Ciudad de México.- La intolerancia nace a menudo con la ignorancia, por eso es necesario poner énfasis en la educación, afirmó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al conmemorar hoy el Día Internacional de la Tolerancia.
Sostuvo que el fomento de la comprensión mutua entre las culturas y los pueblos es una tarea prevista en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El fomento de la comprensión mutua entre las culturas y los pueblos es una tarea prevista en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En el marco de esta conmemoración, el organismo internacional subrayó que este valor es más importante que nunca, en una era en la que el extremismo y el radicalismo violentos van en aumento y los conflictos se caracterizan por un menosprecio fundamental de la vida humana.
En un comunicado, refirió que en 1995, los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) adoptaron la Declaración de Principios sobre la Tolerancia, donde afirma que la tolerancia no es indulgencia o indiferencia. México forma parte de ello.
Por el contrario, apuntó, es respeto y saber apreciar la riqueza y variedad de las culturas del mundo y las distintas formas de expresión de los seres humanos, que reconoce los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de los otros.
Expuso que la injusticia, la violencia, la discriminación y la marginalización son formas comunes de intolerancia y que la educación es un elemento clave para luchar contra estas formas de exclusión y ayudar a los jóvenes a desarrollar una actitud independiente y un comportamiento ético.
Para promover la tolerancia, el respeto, la seguridad y la dignidad en todo el mundo, la ONU promueve la campaña Juntos, y reducir así las percepciones y actitudes negativas hacia los refugiados y los migrantes, además de fortalecer el contrato social entre los países y las comunidades de acogida y los refugiados y migrantes.
Sostuvo que los gobiernos deben aplicar las leyes sobre derechos humanos, prohibir los crímenes y las discriminaciones contra las minorías y garantizar un acceso igualitario a los tribunales de justicia, a los responsables de derechos humanos y a los defensores del pueblo.