Alcaldes de distintas corrientes políticas –incluido los de Morena- podrían enfrentar graves problemas con proveedores y trabajadores al no poder cumplir con el pago de algunas prestaciones, no por falta de planeación financiera, sino porque desde agosto sus participaciones federales han sido recortadas hasta en un 30 por ciento y en otros hasta en un cuarenta.

Alcaldes del norte, centro y sur del Estado han confiado a www.firmas.mx que en reiteradas ocasiones han solicitado información al Secretario de Finanzas y Planeación, José Luis Lima Franco y este los ha esquivado.

“Sabemos que él no es el responsable directo, pero nos debe una explicación y sobre todo plantear alternativas para que las administraciones municipales puedan cumplir con sus obligaciones de fin de año, pero no se atreve a confrontar el problema”, declaró el jefe edilicio de un municipio cercano a Huayacocotla.

Derivado de este desajuste, desde el miércoles, la Asociación de Municipios de México (AMMAC), citó a sus directivos para solicitar la intervención del Senado y éste a su vez citar a comparecer al Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP) Arturo Herrera, para que explique las razones de este desajuste o depósitos incompletos.

En el caso de Veracruz, son más de 140 municipios los que empiezan a resentir los efectos de este desajuste con obras de infraestructura inconclusas, problemas en seguridad pública, deudas a contratistas y proveedores y un sinfín de dificultades con su plantilla de trabajadores sindicalizados y de confianza.

En el sur de Veracruz los municipios con mayor presupuesto iniciaron con reportes desde mayo pasado y pese a esa reestructuración, existe el riesgo que no puedan cumplir con obligaciones financieras propias del fin de año con contratistas y proveedores de bienes y servicios.

Frente a esta incertidumbre financiera, independiente de los barruntos que ya circulan en los pasillos de los palacios municipales en el sentido que el aguinaldo pudieran cubrirlo no en dos sino en tres partes, la primera el 20 de diciembre, la segunda el 20 de enero y la tercera el 20 de febrero, las autoridades deberán enfrentar la furia de los líderes sindicales y en suma, el coraje de los trabajadores que en eso de exigir lo que por derecho les corresponde, son especialistas paralizar ciudades completas.