Mismo modelo que en la influenza H1N1
Este método de vigilancia se empezó a desarrollar durante la última pandemia de enfermedades respiratorias (de 4 en las últimas décadas), la de la influenza AH1N1.
Actualmente el mismo modelo se usa para detectar brotes de influenza entre la población. Cuando en alguno de los hospitales que son parte del sistema de vigilancia encuentran un caso con temperatura mayor a 38 grados, tos fuerte y cuyos síntomas lo hayan llevado al hospital en los últimos 10 días, entonces se vuelve un sujeto sospechoso.
A estas personas sospechosas se les hace una prueba para un virus determinado, normalmente influenza. Si da negativo, se hace la prueba con otros virus de temporada, ahora en en vez de buscar influenza, la primera prueba que hace centinela es la del coronavirus.
Línea de contagio
Hasta el momento, el gobierno ha llevado un registro de los casos de los que puede rastrear la línea de contagio, es decir, que saben de dónde vino y quién es la persona la que importó la enfermedad y si la transmitió a otras personas. Sin embargo, por la viralidad de la enfermedad, dicho rastreo será imposible.
La OMS llama a este método vigilancia basada en eventos, que sirve para detectar rápidamente “eventos respiratorios inusuales”, como la aparición de un nuevo virus. A pesar de que este tipo de vigilancia se usa para detectar nuevas cepas peligrosas para la humanidad, no es bueno detectando brotes del mismo virus, es decir, cuando en una comunidad varias personas tienen la enfermedad. Para ello, es mejor llevar a cabo sistemas de vigilancia basados en indicadores, como la vigilancia centinela.
“Lo primero que se va a buscar ya no serán sólo casos de antecedente de viaje al extranjero– como se ha hecho hasta hoy–, sino que el modelo centinela buscará casos en la comunidad que cumplan con diagnósticos o criterios de una infección respiratoria aguda”, explica el director de Epidemiología José Luis Alomía.
Primero, el sistema de vigilancia detecta los casos sospechosos (personas en el hospital con fiebre y tos severas). Después recopila datos esenciales de los pacientes como sexo, edad, fecha de inicio de la fiebre y otros factores de riesgo y los pone en una base de datos. Además toma de muestra de vías respiratorias para hacerles pruebas, que ayudan a entender las diferencias diversos varios tipos. En el último paso, el sistema analiza los datos de los pacientes y arroja resultados para entender la enfermedad a una escala mayor.