El sábado, un día después de que MLB entregó una propuesta de regreso al juego que requería una temporada de 72 juegos y garantizaba el 70 por ciento de los salarios prorrateados de los jugadores (con un máximo del 83 por ciento), el negociador principal de MLBPA, Bruce Meyer, declaró en una carta al comisionado adjunto de MLB, Dan Halem: “Dada su continua insistencia en cientos de millones de dólares de reducciones salariales adicionales, asumimos que estas negociaciones están llegando a su fin”.
El director ejecutivo de MLBPA, Tony Clark, siguió con una declaración pidiendo a la liga que use su derecho del acuerdo de los lados del 26 de marzo para establecer un calendario, diciendo: “Desafortunadamente parece que un diálogo adicional con la liga sería inútil. Es hora de volver a trabajo. Díganos cuándo y dónde”.
Manfred dijo que cree que el sindicato tenía la intención de presentar una queja, por el hecho de que la liga no había cumplido con su obligación bajo el acuerdo del 26 de marzo de jugar la mayor cantidad de juegos posible, lo que consideró una “táctica de mala fe”.
El lanzador de los Reds, Trevor Bauer, respondió a los comentarios de Manfred, calificándolos de “fanfarrón” en una serie de tuits.
“Tenía la esperanza de que una vez que llegamos a un punto en común sobre la idea de que íbamos a pagar el salario prorrateado completo de los jugadores, que obtendríamos algo de cooperación en términos de proceder bajo el acuerdo que negociamos con la MLBPA el 26 de marzo”, le dijo Manfred.
“Desafortunadamente, durante el fin de semana, mientras Tony Clark declaraba su deseo de volver al trabajo, el principal abogado del sindicato estaba diciendo a los periodistas, jugadores y eventualmente revirando a los propietarios que tan pronto publicaramos un calendario –como lo solicitaron– pretendían presentar una queja alegando que tenían derecho a mil millones de dólares adicionales. Obviamente, ese tipo de táctica de mala fe hace que sea extremadamente difícil avanzar en estas circunstancias”.