RAÚL DOMÍNGUEZ PINTO/FIRMASMX
Muy buena impresión causó al Gobernador Cuitláhuac García la actitud positiva de los altos ejecutivos del consorcio Braskem-Idesa, quienes la semana pasada le abrieron las puertas del Complejo procesador de etileno con sede en Nanchital, para participarle de sus próximos proyectos, principalmente el de la construcción de una nueva terminal de Gas Etano de importación en Coatzacoalcos, considerado por expertos como la joya de la corona en materia de inversiones en el sur del estado.
Y es que, en plena pandemia hablar de 400 MDD, que convertidos en moneda nacional, arroja la friolera de 8 mil 236 millones de pesos, con la expectativa de generar tres mil empleos, no es cualquier baba de perico, y no lo es, cuando la economía mundial continúa aún, con respiración artificial.
El mandatario veracruzano conoció de primera mano, a través del CEO de Braskem Idesa, Stefan Lepecki, de Cleantho Leite, director de Nuevos Negocios y Relaciones Institucionales, de Roberto Velasco, Director Industrial y de Sergio Plata, Responsable de Relaciones Institucionales y Vocero de la empresa, el ABC de las nuevas inversiones de esta firma México-brasileña en Coatzacoalcos, cuya presencia en Veracruz cada día se advierte más fuerte.
El poderío económico de esta empresa es tal, que, por ejemplo, CYDSA y Sales del Istmo en conjunto invertirán a largo plazo en petroquímica “Pajaritos”, 3 mil 700 millones de pesos, muy buenos ante la crítica situación que enfrenta la región, pero nada se compara con la intrépida actitud de Braskem Idesa, de ahí el mérito, de generar una doble derrama económica y apostarle sin reservas a Veracruz, pese al aciago panorama financiero global.
Queda claro, Cuitláhuac García ha encontrado el hilo de la madeja en materia de inversiones y en su tercer año de gobierno fortalece su relación con los “tiburones” de la industria petroquímica secundaria.
Braskem Idesa llegó en plan grande y lo hizo para quedarse en Veracruz