Las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el candidato de izquierda a la presidencia de Colombia, Gustavo Petro, provocaron “inconformidad” en el gobierno colombiano, que las consideró como una “injerencia” a la vida interna de la nación sudamericana.
En conferencia de prensa en Palacio Nacional, el Jefe del Ejecutivo federal se solidarizó con Gustavo Petro, quien —dijo— enfrenta una campaña de desprestigio y “guerra sucia” de lo más indigna, ruin y cobarde.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia manifestó su inconformidad por las expresiones del Presidente, que constituyen una “injerencia desobligante en los asuntos internos de nuestro país”.
Por medio de su cuenta de Twitter, la cancillería colombiana indicó que esa nación respalda un proceso democrático con todas las garantías institucionales para los aspirantes a la presidencia de la república.
“Tanto los que apoyan a un candidato, como al otro, merecen todo el respeto de la comunidad internacional y de altos dignatarios”, apuntó.
Por ello, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia advirtió que con el mismo respeto que ha profesado por las instituciones y el Mandatario mexicano, “le solicitamos respetar la autonomía del pueblo colombiano para escoger a su próximo presidente sin injerencias que traten de influir en los electores”.
Criticó que ese tipo de campañas se dan en cualquier lugar del planeta, porque además tienen el control de todos los medios y así dominan, aturden, se imponen, están suplantando el derecho del ciudadano a elegir libremente a sus autoridades.
La presidencia de Colombia se definirá el próximo domingo 19 de junio, en una segunda vuelta entre Gustavo Petro Urrego, el candidato de izquierda que obtuvo 40% de los votos, y el empresario Rodolfo Hernández Suárez, quien consiguió 28% de los sufragios en la primera vuelta.
Fuente: El universal