El primer acto es historia… quedan entre tres y seis más. Las Finales de la NBA han comenzado y los Celtics de Boston dieron el golpe inicial, al derrotar 120-108 a los Warriors de Golden State, pero esta fiesta apenas ha comenzado. La mejor ofensiva de los playoffs contra la mejor defensa de la temporada regular. La dinastía más reciente de la Liga contra el equipo más ganador de todos los tiempos (empatado con los Lakers de Los Ángeles, con 17 títulos cada uno). Stephen Curry, la estrella consolidada que cambió la forma de jugar y Jayson Tatum, el joven que quiere regresar a un histórico equipo a esas glorias que se les han negado desde 2008… Warriors y Celtics protagonizan una serie en la que las emociones no van a faltar. Y el comienzo de estas Finales deja en claro algo: no podemos dar por sentado nada. Boston es el primer equipo en toda la historia de las Finales de la NBA que gana el Juego 1 que remonta una diferencia de 12 puntos en el último cuarto. Ningún otro equipo lo había hecho, ya sea como local o visitante. Es verdad que quien gana el primer partido ha sido campeón en el 71 por ciento de las veces, pero en un deporte como el basquetbol, todo puede suceder.
La gran actuación de Stephen Curry (34 puntos, 21 de ellos en el primer cuarto) se vio opacada por la gran labor defensiva de los Celtics, quienes forzaron tiros difíciles y pusieron contra las cuerdas a los Warriors. Y el base lo resintió en el segundo y último cuarto, cuando los de Boston tuvieron sus mejores actuaciones: se fue en blanco en el segundo periodo, mientras que solo anotó cuatro puntos en 8 minutos y 47 segundos del último periodo, con un más/menos de -20 y un amargo sabor de boca ante unos Celtics que acertaron 15 de sus 22 tiros de campo en ese cierre, un 68.2% de efectividad, incluidos nueve triples de 12 lanzamientos, un destacado 75%. Golden State cerró mal, con 7-17 (41.2%) en tiros de campo y 2-8 en triples (25%).