Jorge Carreño/InfoRed

Parecieran teledirigidos los pelafustanes que están despojando de su patrimonio a la comunidad deportiva de Nanchital, al haberse robado anoche más de 150 metros de cable calibre cero de la red eléctrica del auditorio municipal. Este es el segundo atraco, toda vez que el primero se registró en el campo El Polvorín, de donde los ladrones se apoderaron de una portería.

E insistimos en que los rateros están obedeciendo consignas –sospechándose en los corrillos del Palacio Municipal de un posible fuego amigo- porque hoy, como nunca en la historia de esta demarcación, existe un gobierno que impulsa al máximo la práctica de distintas disciplinas deportivas.

Quienes con estas actitudes suponen que afectan a la alcaldesa Esmeralda Mora Zamudio, quien está cumpliendo con los objetivos trazados en su Plan Municipal de Desarrollo, en cuanto al rubro deportivo, se equivocan olímpicamente porque los más afectados son los deportistas nanchitecos.

El robo de más de 150 metros calibre cero, seguramente ya fue comercializado en el mercado negro, y por lo pronto el auditorio municipal se encuentra sin energía eléctrica, no obstante, la administración de Mora Zamudio ya está en vías de resolver el problema, lo mismo que en el campo El Polvorín con la reposición de la portería metálica.

Y como nobleza obliga, han sido los mismos deportistas quienes ya han filtrado retratos hablados de los “trácalas” y por lo tanto la policía municipal con el apoyo de la Guardia Nacional ya los ha ubicado.

GOBIERNO MUNICIPAL INTERPONDRÁ DENUNCIA

Por ello, el área jurídica del Ayuntamiento ya instrumenta una denuncia ante la Fiscalía General del Estado para dar no solo con los autores materiales sino con el o los intelectuales de estos sospechosos robos al patrimonio de la comunidad deportiva de Nanchital.

Ojalá que, al momento de ser intervenidos, no salten a la vista sus “padrinos”, porque ello confirmaría que estos robos han sido planeados con el perverso plan de incitar a la comunidad deportiva en contra de la alcaldesa Esmeralda Mora.

Pero de esto, al tiempo al tiempo.