El tranquilo municipio de Tezonapa, Veracruz, se convirtió en escenario de agitación y furia el pasado viernes, cuando decenas de ciudadanos de diversas comunidades serranas tomaron medidas extremas por los abusos de la policía local.

La protesta, que dejó paralizada la carretera estatal a Córdoba durante horas, comenzó con la quema de llantas en medio de la vía, un acto simbólico de descontento que pronto se transformó en una acción más radical. Los manifestantes cruzaron autobuses de pasajeros foráneos en la carretera, bloqueando así el tráfico, y, para incrementar la tensión, calcinaron una patrulla en un campo deportivo local.

Las acusaciones de abuso de autoridad y extorsión en Tezonapa y Omealca habían estado acumulándose durante meses, y el viernes pasado, los ciudadanos finalmente decidieron tomar medidas drásticas para hacerse escuchar. Las víctimas alegan que algunos policías les cobraban cuotas ilegales y cometían a abusos de poder.

En respuesta a la intensa protesta, el gobierno de Veracruz entabló dialogo con los manifestantes. Después de dos horas de conversación, los inconformes acordaron retirar el bloqueo y poner fin a su manifestación, aunque no sin antes expresar su profunda frustración por el abandono de las autoridades municipales.

Los inconformes advirtieron que, si la situación no cambia, tomarán medidas aún más radicales en el futuro.

Finalmente, los neumáticos viejos que bloqueaban la carretera estatal fueron retirados con maquinaria pesada, poniendo fin a una protesta que dejó en evidencia la creciente tensión y descontento en la región de Tezonapa. Las autoridades estatales y federales se han hecho cargo de la seguridad en aquella región.