En respuesta al aumento de amenazas de violencia contra el expresidente Donald Trump, el Servicio Secreto de Estados Unidos ha tomado la decisión de reasignar temporalmente parte del equipo de protección del presidente Joe Biden para enfocarse en la seguridad de Trump. Esta medida excepcional se ha implementado tras el intento de asesinato ocurrido el mes pasado durante un mitin en Butler, Pensilvania, donde Trump fue atacado.
Fuentes cercanas al asunto, que hablaron bajo condición de anonimato, indicaron que el ataque ocurrido el 13 de julio, en el que un hombre armado logró disparar a Trump rozándole la oreja y causando la muerte de un asistente, ha obligado al Servicio Secreto a reforzar las medidas de seguridad. Entre las acciones tomadas se encuentra el uso de cristal antibalas en futuros eventos al aire libre del expresidente.
Un funcionario del Servicio Secreto explicó que, aunque la reasignación de miembros del equipo de un presidente en funciones a un candidato es inusual, el contexto de crecientes amenazas contra Trump y la reducción en la agenda de viajes de Biden justificaron esta decisión. Desde que Biden renunció a su candidatura a la reelección el 21 de julio, su equipo de protección ha tenido menos actividades, lo que facilitó su reasignación para proteger a Trump.
El Servicio Secreto, actualmente bajo escrutinio debido a fallos de seguridad que permitieron el ataque en Butler, ha asumido la responsabilidad de las deficiencias. La directora de la agencia, Kimberly Cheatle, renunció tras el incidente, y la agencia está en proceso de implementar mejoras mientras sigue cumpliendo con su misión de proteger a más de tres decenas de funcionarios y exfuncionarios.
Donald Mihalek, exagente del Servicio Secreto, destacó que la metodología de la agencia está diseñada para ser flexible y adaptarse a amenazas emergentes, y que la reasignación de personal y el uso de cristal antibalas son medidas que reflejan un enfoque asimétrico para garantizar la seguridad.
Aunque Trump ha mantenido un perfil bajo desde el ataque, su equipo de seguridad está tomando todas las precauciones necesarias. La agencia ha colocado cristal antibalas en puntos estratégicos del país para facilitar su despliegue en futuros eventos, según informaron las fuentes.
La seguridad de Trump sigue siendo una prioridad en medio de un año de campaña presidencial especialmente desafiante, mientras el Servicio Secreto trabaja para prevenir cualquier nuevo intento de atentado.