El conflicto entre Israel y Hezbolá escaló nuevamente el domingo, con ambos bandos intercambiando ataques que han intensificado las tensiones en la región. El Ejército israelí lanzó una serie de ataques aéreos en el sur de Líbano, en lo que describió como un ataque preventivo, mientras que Hezbolá respondió con una ofensiva de cohetes y drones.

Israel justificó su ofensiva alegando que Hezbolá planeaba un ataque significativo con cohetes y misiles. Según el Ejército israelí, el ataque a Líbano fue una medida para prevenir un potencial ataque más grande. En contraste, Hezbolá afirmó que su ataque fue una represalia por la muerte de uno de sus principales comandantes, Fouad Shukur, quien falleció en un ataque aéreo israelí en Beirut el mes pasado.

Ambos lados aseguraron que sus operaciones estaban dirigidas únicamente a objetivos militares. El líder de Hezbolá, Hassan Nasrala, explicó que la ofensiva se retrasó para permitir tiempo para las negociaciones de alto el fuego en Gaza y para coordinar ataques con otros grupos aliados, incluyendo Irán y los hutíes en Yemen. Nasrala advirtió que Hezbolá se reserva el derecho a responder en el futuro si no se cumplen sus objetivos, pero también pidió calma a los ciudadanos libaneses en este momento.

El Ejército israelí informó que su base de inteligencia cerca de Tel Aviv no fue alcanzada y que el ataque resultó en la muerte de un soldado y heridas a otros dos, además de la muerte de dos combatientes de Hezbolá y uno de un grupo aliado. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, destacó que las fuerzas israelíes habían neutralizado miles de cohetes y drones y que se mantenía un nivel de alerta elevado.

En respuesta al intercambio de ataques, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reafirmó su apoyo a Israel y abogó por la estabilidad regional. Biden, quien está en California, ordenó a altos funcionarios mantener una comunicación continua con sus contrapartes israelíes. El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general CQ Brown, también se involucraron en discusiones para fortalecer las defensas de Israel y coordinar preparaciones en la región.

El intenso intercambio de ataques concluyó a mediodía, con ambas partes afirmando que solo habían atacado objetivos militares. El gobierno libanés expresó una ligera esperanza de que la tensión disminuya, mientras se llevan a cabo negociaciones en Egipto para un posible alto el fuego en Gaza, lo que podría contribuir a reducir las tensiones regionales.

Expertos sugieren que, aunque el intercambio de ataques sigue siendo significativo, no necesariamente desencadenará una guerra total. Randa Slim, miembro del Instituto de Oriente Medio, y Danny Citrinowicz, del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Israel, indicaron que ambos bandos podrían estar buscando mantener el conflicto limitado y evitar una escalada mayor.