Pável Dúrov, el multimillonario ruso y director ejecutivo de la plataforma de mensajería Telegram, fue detenido en Francia durante el fin de semana en el marco de una investigación por presuntos delitos relacionados con la difusión de imágenes de abuso sexual infantil, tráfico de drogas y transacciones fraudulentas en la plataforma. La fiscalía francesa informó que la detención de Dúrov podría extenderse hasta el miércoles, después de que los fiscales solicitaran tiempo adicional para su interrogatorio.
La plataforma Telegram, utilizada por cerca de mil millones de personas en todo el mundo, se ha convertido en un espacio clave para la libertad de expresión, pero también ha sido señalada por ser utilizada por movimientos de extrema derecha, antivacunas y grupos conspiracionistas. Además, desde la invasión rusa a Ucrania en 2022, Telegram ha servido como una fuente principal de contenidos no filtrados sobre la guerra, utilizados por ambos bandos del conflicto.
La detención de Dúrov ha generado controversia y reacciones políticas. Viacheslav Volodin, presidente de la Duma Estatal rusa, acusó a Estados Unidos de estar detrás de la detención a través de Francia, alegando que Washington busca ejercer control sobre Telegram, una de las pocas plataformas de internet que escapa a la influencia estadounidense. “En vísperas de las elecciones presidenciales estadounidenses, es importante que el presidente Joe Biden tome el control de Telegram”, afirmó Volodin sin presentar pruebas.
El gobierno francés, por su parte, ha negado cualquier motivación política en la detención de Dúrov. El presidente Emmanuel Macron, conocido por ser un usuario habitual de Telegram, aseguró que la acción judicial contra el CEO de Telegram no tiene ningún trasfondo político.
Hasta el momento, la Casa Blanca no ha emitido comentarios oficiales sobre la detención de Dúrov, mientras que la situación sigue desarrollándose en medio de tensiones políticas y legales.