La Organización Mundial de la Salud (OMS) reiteró este martes que recomienda el uso de mascarilla principalmente para el personal sanitario que atiende a pacientes con mpox, anteriormente conocida como viruela del mono, así como para los cuidadores de estos enfermos si se encuentran fuera del ámbito hospitalario.

Esta recomendación se produce en el contexto de un brote de una nueva subvariante del virus (clado Ib) en la República Democrática del Congo (RDC), que ha registrado 18,000 casos, incluidos los sospechosos, y que se está propagando más fácilmente que las variantes anteriores. Además de los casos en la RDC, se han detectado casos en países vecinos y uno en Europa, lo que ha generado preocupación por un posible aumento en la propagación del virus.

La OMS ha señalado que cerca del 30 % de los casos en la RDC corresponden a niños menores de cinco años, lo que ha causado alarma entre las autoridades sanitarias. Margaret Harris, portavoz de la OMS, subrayó que el contagio de mpox ocurre principalmente por contacto cercano, piel con piel, y que el riesgo de transmisión a través de aerosoles es limitado, ocurriendo solo cuando se está cara a cara con una persona infectada.

Ante esta situación, la OMS está instando a los centros de investigación a continuar estudiando las secuencias genéticas del virus para comprender mejor sus mecanismos de transmisión y controlar su propagación.