El algodón, conocido como “oro blanco”, ha sido un cultivo clave en San Luis, Sonora, desde hace más de un siglo. Sin embargo, la producción enfrenta desafíos debido a las plagas, lo que ha llevado a los productores locales a considerar el uso de algodón transgénico, que reduce el uso de herbicidas y productos químicos.
Juan Armenta Magaña, presidente del Sistema Producto Algodón, destacó que este tipo de algodón, modificado genéticamente para resistir plagas, disminuye la cantidad de agroquímicos utilizados, lo que resulta en un menor impacto ambiental y menores costos de producción. Armenta recordó que el cultivo de algodón transgénico comenzó en 2008, y su calidad es comparable al algodón convencional.
A pesar del escepticismo del gobierno federal hacia los productos transgénicos, los productores locales defienden su uso como una alternativa más sustentable y económica. San Luis es considerado un valle ideal para el cultivo de algodón, y su producción sigue siendo muy apreciada en mercados internacionales como Estados Unidos, India, Japón y China.
El cultivo de algodón en el valle ha fluctuado en las últimas décadas, afectado por plagas como la mosquita blanca en los años 90, lo que redujo drásticamente la superficie sembrada. No obstante, nuevas tecnologías han permitido la reactivación del cultivo, aunque compite con otros productos como trigo, sorgo y alfalfa.
Armenta señaló que, a pesar de los retos, el algodón sigue siendo una apuesta atractiva para algunos productores, ya que su precio se cotiza en la Bolsa de Nueva York, lo que brinda una mayor previsibilidad en su comercialización.
En cuanto al trabajo en el campo, María de Jesús Hernández, trabajadora agrícola en San Luis, compartió su experiencia lidiando con las duras condiciones climáticas. Madre soltera de dos hijos, María destacó el esfuerzo que representa trabajar en el campo, una labor que ha aprendido a valorar pese a las dificultades.