
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) subrayó la importancia de que las bibliotecas universitarias lideren la innovación tecnológica mediante la integración de herramientas como la inteligencia artificial (IA). Según un comunicado difundido por la institución, las bibliotecas no solo deben facilitar el acceso a la información, sino también fortalecer su capacidad para incidir en la investigación y la docencia en el siglo XXI.
Durante la XXI Conferencia Internacional sobre Bibliotecas Universitarias, titulada Bibliotecas inteligentes: la convergencia de la IA y los Datos Abiertos en la Investigación Académica, Elsa Margarita Ramírez Leyva, titular de la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información (DGBSDI) de la UNAM, afirmó que la tecnología emergente puede potenciar significativamente la producción científica y la generación de nuevos conocimientos. Participantes de varios países, entre ellos Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Estados Unidos, asistieron al evento de forma presencial y virtual.
Ramírez Leyva señaló que, al facilitar el acceso abierto a fuentes y recursos de información, las bibliotecas enfrentan el reto de adaptarse a los avances tecnológicos. Destacó que la IA generativa, en particular, ofrece nuevas posibilidades para la gestión de datos y la ciencia abierta, favoreciendo el progreso del conocimiento al proporcionar herramientas para resolver problemas complejos.
Francisco López Suárez, coordinador de Proyectos Tecnológicos y de Innovación de la UNAM, resaltó que la incorporación de la IA posiciona a las bibliotecas como nodos activos de procesamiento y distribución de información, más allá de su papel tradicional como depositarias del conocimiento. A su vez, Antonio Sánchez Pereyra, subdirector de Servicios de Información Especializada de la DGBSDI, enfatizó la relevancia de la ciencia abierta y los datos abiertos en la investigación científica.
El evento también contó con la participación de Steve Diggs, especialista de la Universidad de California, quien explicó cómo la IA y los datos abiertos pueden democratizar el acceso al conocimiento, aunque advirtió sobre la necesidad de verificar la veracidad de la información.