
En el tamiz de quien gobierna y manda en Veracruz, se encuentra un amplio expediente que da cuenta de cómo se mueven en el drenaje de la política, conocidos personajes de Ixhuatlán de Madero, manipulados por el cacique de horca y cuchillo, Elías Benítez Hernández, quien en estos días ha desplegado recursos para imponer como candidato a la alcaldía por Morena a Héctor Aguirre, un empresario citrícola arraigado en la Ciudad de México, ligado a lo más putrefacto del priismos a través de Héctor y José Yunes, el que, con ínfulas de aristócrata, se dice oriundo del puerto de Veracruz, al avergonzarse de su origen ixhuatlaneco.
Esta es la segunda vez que Aguirre “Toto” intenta la candidatura de Morena, ya que en 2021 fracasó, luego de la queja que Atalo Montes Santos, su adversario en la interna, le interpusiera ante el CEN, acusándolo de dispendio de recursos y de haber sobornado a directivos estatales del partido en el poder.
Tras quedar fuera, Aguirre, conocido con el alias de Toto, fracturó a la militancia, apoyando al abanderado del PT, Gregorio San Juan, quien como empleado de los caciques, sirvió de esquirol del candidato y actual alcalde priista, Arnulfo Espinoza Tolentino.
Con la frustración de no haber sido el abanderado en 2021 y presumiendo haber llegado a acuerdos con la dirigencia de Morena en aquel año, ahora en cada esquina del naranjero municipio, grita a los cuatro vientos que las deudas son deudas de honor, haciéndose el amnésico, en virtud que en 2024 se le fue a la yugular a la gobernadora Rocío Nahle.
Fue público y sustancial el respaldo de este político improvisado al abanderado del PRIAN, José Yunes, quien contó por cierto con el apoyo del cacique Elías Benítez y su títere Arnulfo Espinoza, para patrocinar las giras del peroteño en aquella región de la Huasteca Baja.
La militancia de MORENA se encuentra en alerta máxima y ha enviado mensajes a la gobernadora Rocío Nahle, para que indague asimismo los nexos de la diputada Imelda Garrido Alvarado con Héctor Aguirre.
Lo anterior en virtud de la versión que él hace correr, en el sentido que ya fue “palo-miado” por la legisladora morenista.
Como colofón, los militantes de Morena amenazan con tomar la sede del comité estatal y nacional para evitar una marranada en el proceso interno.
El desenlace de esta pugna interna podría definir no solo el futuro político del municipio, sino también la credibilidad del partido en la región.