Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció hoy que Petróleos Mexicanos (Pemex), busca cancelar el contrato con Odebrecht, poseedora de la planta Etileno XXI y beneficiaria de un contrato con la petrolera mexicana que calificó de ventajoso.

En su conferencia de prensa matutina, el mandatario abundó en la referencia que ha venido haciendo a lo largo de la semana, sobre la entrega de gas a la planta de Odebrecht que vació la petroquímica de la empresa productiva del estado y, por si fuera poco, se le otorga un subsidio.

Se trata dijo, del contrato “que firmaron en el sexenio de Felipe Calderón, que obliga a dar un subsidio por el gas que Pemex le entrega a esa planta. Estamos hablando de cientos miles de millones de pesos”.

El caso de las operaciones de Odebrecht, empresa brasileña implicada en numerosos casos de corrupción política por todo el continente, ha sido el centro de las investigaciones que realizan la Fiscalía General de la República (FGR) así como la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda (UIF), que posibilitaron imputar al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, actualmente indiciado y con beneficios de testigo colaborador.

Ya en las primeras declaraciones ministeriales de Lozoya Austin, se ha ventilado (como en su oportunidad lo hicieron ejecutivos de Odebrecht en juicios en el extranjero) la entrega de sobornos durante la campaña y la administración de Enrique Peña Nieto.

Sin embargo, uno de los mayores negocios realizados por la trasnacional brasileña considerada “el gigante de la corrupción”, fue realizado efectivamente en el gobierno calderonista como hoy recordó López Obrador.

“Ya Pemex está haciendo los trámites para que no se mantenga ese contrato”.

Desde febrero pasado, el mandatario había anunciado que Pemex analizaba cómo podría conseguir la cancelación de dicho contrato, pero ahora, la declaración presidencial confirma que el “intento” está en marcha.

N.de la R. Si la intentona de cancelar el contrato a Odebrecht es tan seria, como el juicio en contra de Emilio Lozoya, quien con una supuesta enfermedad, vive a cuerpo de rey en un hospital, entonces las cosas se pondrán “al rojo vivo” o como dicen en el barrio, muy “color de hormiga”. Literal: poquito falta para que las autoridades se arrodillen implorando el perdón del ex director de Pemex.