La compañía china Bluestar Chemical Machinery Company (BCMC), ya labora en la conversión tecnológica y ampliación de la planta Cloro-Sosa del  Grupo Celulosa y Derivados (Cydsa), ubicada en el complejo petroquímico “Pajaritos”, en donde se invertirán 90 millones de dólares en una primera fase, proyecto que generará hasta mil 500 plazas laborales, tanto de mano de obra calificada como de obreros, confirmó hoy el delegado regional de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), Carlos Soto Vázquez.

Dijo que la primera etapa tendrá una duración promedio de cinco años, en razón de tratarse de una inversión muy alta, en la que resaltó, BCMC ya trabaja en el esquema de planeación.

De hecho, uno de los primeros sectores beneficiados es el de volqueteros, ya que desde el 24 de febrero iniciaron los trabajos de terracería en el interior del complejo petroquímico “Pajaritos”, generando divisas a la Unión de Transportistas, la mayoría afiliados a la CATEM.

“AL MAL TIEMPO, BUENA CARA, TENEMOS LA FE QUE VIENEN TIEMPOS MEJORES”

“Tenemos que ser optimistas en Coatzacoalcos y debemos aplicar aquella sabia frase de que al mal tiempo buena cara, tenemos la fe y la confianza que vienen tiempos mejores”, reflexionó Soto Vázquez, motivado por los megaproyectos en puerta, impulsados en el marco del programa de desarrollo del Istmo de Tehuantepec y del Corredor Interoceánico.

Detalló que la empresa oriental será la encargada de supervisar totalmente el desarrollo de la obra, porque es la que implementará toda la tecnología para poner en operación la planta y por ello se dijo satisfecho, toda vez que el pasado viernes, la representación legal de la compañía y CATEM “ya firmamos el contrato ante las autoridades correspondientes”.

En el contrato signado se establece que a través de CATEM, serán contratados obreros, ingenieros, topógrafos, químicos, choferes, operadores de maquinaria y todo cuanto se refiera a recursos humanos y transporte.

   Recalcó que la planta -que tendrá una vida útil de 42 años- estará ubicada en una superficie de 2.5 hectáreas y para ello la Semarnat ya autorizó el manifiesto de Impacto Ambiental a Iquisa, para proceder a la conversión tecnológica, con la clara intención de incremental la producción de cloro de 96 mil a 150 mil toneladas anuales y la de hipoclorito de sodio de 60 mil a 140 mil toneladas.

Soto Vázquez expuso que de acuerdo al proyecto del consorcio mexicano, la tecnología que se aplicará, ahorrará hasta un 25 por ciento de energía eléctrica y se estima que las emisiones de bióxido de carbono se reduzcan hasta un 30 por ciento, tratando a toda costa que esta industria sea amigable con el medio ambiente.