ESTESSUR

RAUL DOMINGUEZ/FIRMASMX

Seis meses fueron suficientes para que los alcaldes veracruzanos que tomaron posesión el 01 de enero pasado demostrarán de que estaban hechos, algunos siguen dando palos de ciego, otros contrataron asesores porque no saben bien a bien en donde están parados y pocos -me sobran los dedos de una mano- son los que están respondiendo de forma acertada las demandas de sus representados.

Comenzando por orden alfabético, dentro del distrito XXX local, el alcalde de Agua Dulce, José Noé Castillo Olvera, quien al tiempo de desempeñarse como docente más de 30 años, también cumplió con eficiencia múltiples comisiones como funcionario público municipal, ya ha rebasado con éxito la consabida curva de aprendizaje.

Digámoslo en términos deportivos: Dícese que una de las jugadas más enfáticas que la fanaticada puede disfrutar en el béisbol es un Triple Play. De acuerdo a expertos, su ejecución es tan rara que solo se registran alrededor de cinco veces por temporada en grandes ligas. No más.

Así, en tan solo seis meses el abogado Castillo Olvera ha sido el único en lograr desde el poder municipal, un Triple Play.

En gestión de recursos extraordinarios ante el gobierno estatal: 1. La ampliación a 4 carriles de la carretera El Burro-Agua Dulce con una inversión de 30 millones de pesos, 2. La pavimentación de un circuito intercolonias por 13 millones de pesos y 3. El dragado del río Agua Dulce a cargo de la federación (Secretaría de Marina).

A todo lo anterior, hay que sumar la reactivación de la economía local, capitalizando el potencial turístico durante la Semana Mayor y eventos de su autoría, como el Paseo de la Alegría, cuya derrama económica para prestadores de bienes y servicios fue del orden de los 30 millones de pesos.

¿Cuál ha sido el Secreto de Noé Castillo? “El pacto por la transformación de Agua Dulce” con un ayuntamiento “jalando parejo”, sin grilla barata ni intrigas palaciegas, la planeación a corto, mediano y largo plazo y el trabajo en equipo en la toma de decisiones.

Otro aspecto fundamental en la buena gobernanza, es que, a diferencia de sus antecesores, que les cayó del cielo la alcaldía, Castillo Olvera llegó a esta posición luchando contra viento y marea, forjándose en el callejón de los madrazos y haciendo escuela.

Así, cuando a estas alturas, otros alcaldes y alcaldesas, se encuentran inmersos en tremenda borrachera de poder, con cerebro nublado por la soberbia y la desmemoria, haciéndose odiar a lo estúpido por quienes se las jugaron con ellos cuando estaban pateando latas en sus tiempos de perras flacas, y peleándose hasta con su propia sombra, en el presidente hidrómilo se observa la mesura, la calma, la reflexión y la lealtad a su jefa política Rocío Nahle García, al gobernador Cuitláhuac García y a su equipo.

Le pregunté en algún momento ¿Qué significa el equipo que le ayudó a conquistar la alcaldía? Su respuesta fue precisa: TODO. Es mi segunda familia y en ocasiones la primera, con ellas y ellos hasta el final.

¿Es esta una de las fórmulas? Ya lo creemos, con un tesorero municipal en la persona de Manuel Alvarado Martínez (de pocas palabras y mucha acción), con la experiencia de haber fungido en la misma posición en más de cinco ayuntamientos y en otros más como auditor, con la habilidad política de su Secretario, Jesús Martínez Monroy, que repite en el cargo, además de haber sido regidor en dos ocasiones y la inclusión de un alto número de mujeres (científicamente comprobado que son más eficientes y proactivas en la administración pública que los hombres), así como nutrido grupo de jóvenes con aspiraciones políticas, Noé Castillo -a diferencia de políticos egocéntricos- comienza a escribir su propia historia.

De los alcaldes que ya han sido legisladores y que por lo visto fueron a perder el tiempo en la Cámara Baja y en el Congreso Local y de los novatos que, en tan solo seis meses, ya les abrieron carpetas de investigación en la Fiscalía General del Estado, ya hablaremos en la siguiente entrega.