
Ante cientos de familias provenientes de todas las colonias y centro de la ciudad, la alcaldesa Esmeralda Mora Zamudio encabezó esta noche la ceremonia del Grito de Independencia, a 210 años de aquella gesta histórica en la que Miguel Hidalgo y un puñado de mexicanos se vistieron de gloria para dar a este país dignidad y libertad.
Magistralmente la jefa de la comuna, acompañado de ediles y autoridades militares, desde el balcón central del Palacio Municipal, arengó con energía y sentimiento patrio el tradicional “Viva Nanchital”, “Viva Veracruz” y “Viva México”.

Antes, el Secretario del Ayuntamiento, Juan Antonio García Yáñez se avocó a la lectura del acta de Chilpancingo de 1813, documento histórico en el que se declara la disolución del trono español.

Al concluir esta ceremonia, Mora Zamudio exhortó a sus conciudadanos a divertirse con responsabilidad y a disfrutar de la música y los juegos pirotécnicos. La alcaldesa estuvo acompañada de su familia, equipo de trabajo ¿Y los invitados especiales? le preguntaron: Aquí están, en el parque, todos sin distinción alguna, “son mis invitados especiales”, señalando a la multitud concentrada.
El de esta noche fue por mucho, muy distinto al de otros años y épocas, en donde habitualmente las autoridades municipales y sindicales se daban una “encerrona”, descorchando vinos y saboreando platillos ordenados para los paladares más exigentes, en tanto el pueblo quedaba relegado en segundo plano.

Esta vez, la presidenta municipal cumplió a cabalidad con la solemnidad del acto y lejos de aquellas parafernalias que solo ofendían al pueblo han desaparecido, sujetándose la autoridad al evento protocolario.

Al concluir, miles de nanchitecos se dirigieron a la explanada de la exfactoria para celebrar unidos la Independencia de México y la alegría de festejar en Nanchital al lado del primer gobierno izquierdista que privilegia la democracia, la transparencia, la rendición de cuentas y el interés popular.