Un reciente “manual” para tratar los casos de abuso sexual dentro de las iglesias, ha causado polémica; además, tiene un costo de 100 pesos mexicanos.

El protocolo contra abuso sexual, promovido por la misma Iglesia católica, no reconoce que se trata de un delito, más bien, lo señalan como un “fenómeno”, un “pecado”, acusó el exsacerdote y activista Alberto Athié.

Asimismo, presume que la entidad religiosa planea guardar la confidencialidad de los casos documentados en las iglesias.

Todo ello, luego de que el día de ayer se diera a conocer que la Arquidiócesis Primada de México había publicado un “protocolo”, donde buscan tratar temas de abuso sexual contra menores y adolescentes, cuando el agresor es un sacerdote.

“Este protocolo es una expresión del modelo interno de la Iglesia, en donde ni siquiera lo reconocen como un delito, habla de ¿un pecado? ¿Un problema disciplinar?”, criticó Athié.

El documento se vende bajo un costo de 100 pesos mexicanos; es un escrito de 85 páginas, publicado el mes de junio, que serviría como herramienta para el Departamento para la Protección de Menores de la Arquidiócesis.

Empero, cuando se le preguntó a su directora, Zaida Rosales Ortega, sobre casos tratados bajo este protocolo, se negó a revelar datos.

Sobre el tema, Athié recordó que la Iglesia católica ya tenía la indicación de apegarse a las leyes de cada país cuando se maneje un tema de abuso sexual, y no crear un protocolo interno.

“Este protocolo, de alguna manera, refiere a que cada obispo, obispado o titular de las diócesis sea el responsable de los casos y es una especie de refrito de ese crimen sollicitationis de los años 60”.

Fue en 1962 cuando se aprobó el crimen sollicitationis, mandato que enumeraba una lista de procedimientos para castigar a los clérigos de la Iglesia católica, que hacían uso de la penitencia para cometer abusos sexuales contra los fieles. Asimismo, castigaba “comportamientos homosexuales”, pedófilos o zoofílicos.

La problemática del actual protocolo, es que presume y las autoridades de México actuarán contra el abuso cometido, sin embargo, Athié reitera que “en México no actúan”.

Asimismo, las instrucciones del sollicitationis, exhortaban al denunciante a que guarde la confidencialidad, una vez confesado el abuso; Athié teme que el nuevo protocolo pueda dar cabida a que la Iglesia católica siga ocultando dichos casos.

“Es un delito, no un problema disciplinario, administrativo, donde la mayor pena es que dejen el sacerdocio”, lamentó.

Aunque se han dado a conocer miles de casos y decenas de documentales que lo respaldan, la Iglesia católica ha tocado el tema, por última vez, en 2020, cuando revelaron que se han investigado a 426 sacerdotes por delitos de abuso sexual, en su gran mayoría, contra menores de edad.

Con información de Milenio.