Jorge Carreño Fernández/InfoRed

En Relación a la decisión superior de enviar hoy a una tropa de agentes del orden para resguardar el edificio El Olmo, sede del Tribunal Estatal de Justicia Administrativa, el periodista de El Universal Salvador García Soto, autor de la influyente columna Serpientes y Escaleras, escribe:

“Allá en Veracruz, dónde un día sí y el otro también se pasan por el arco del triunfo la ley, amanecieron con la noticia de que elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado resguardaron el edificio sede del Tribunal Estatal de Justicia Administrativa, con la intención de no permitir la entrada a los magistrados que recientemente fueron destituidos por el Congreso local, y quienes obtuvieron una suspensión provisional emitida ni más ni menos por la recién nombrada Ministra Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para el efecto de que sigan ejerciendo sus funciones en tanto se resuelve la Controversia Constitucional presentada”

Continúa el experimentado comunicador:

“La pregunta, estimado lector es: ¿Que hacen los policías impidiendo el cumplimiento de una resolución judicial en lugar de estar resguardando la seguridad de los ciudadanos? Más aún en un Estado en el que apenas hace unos días se desató la violencia en las calles al grado de declararse toque de queda en la ciudad de Poza Rica. Y la otra pregunta sería: ¿no sabe el Secretario de Seguridad Pública estatal que está incurriendo en el delito de Abuso de Autoridad establecido en el artículo 215 del Código Penal Federal?

Y remacha:

“En los cafés de la ciudad se comenta que un diputado de apellido Cazarín conocido más por sus floridos gustos que por su ausente inteligencia está detrás de todo este embrollo”.

En efecto, ya para que García Soto se ocupe de estos asuntos de política doméstica es porque alguien desde el Congreso de Veracruz está incurriendo los graves cochupos legislativos.