Dicen que el hubiera no existe, pero si el Tricolor Femenil hubiera encarado el Premundial con el futbol y la disposición que enseñó en su debut en la W Revelations Cup que se juega en León, quizás otra cosa hubiera sido. Fue un 1-0 ante Nigeria en el que el representativo azteca mostró ciertos detalles que hacen creer que la gestión con el español Pedro López puede andar bien.

México le hizo juego a un adversario que sí estará en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, inclusive fue mejor. El combinado de casa enseñó dinamismo, buenas sociedades, estabilidad defensiva pese a la velocidad de las atacantes africanas, pero en especial, gozó de paciencia para encontrar el tanto del triunfo casi in extremis.

Sin su capitana, Kenti Robles, pero con las goleadoras de la Liga MX Femenil, Charlyn Corral y luego Kiana Palacios, las locales generaron peligro con una importante cantidad de opciones al frente. De no ser por la cancerbera Nnadozie, quizás el marcador hubiera resultado más holgado.

Una endemoniada Scarlett Camberos, de ida y vuelta por su banda derecha, generó la primera de peligro. La mediocampista del América metió centro preciso hacia la ubicación de Corral, solo que su disparo quedó muerto en los guantes de Nnadozie, quien más adelante se iba a convertir en la figura de las Halcones Verdes.

Una de las integrantes de la legión de las amazonas, “La Maga” Ovalle, igualmente anduvo bastante lucida por el otro extremo del campo. Haciendo gala de su técnica, la futbolista de Tigres se animó a prender una esférica de bote pronto, pero esta se negó a ingresar y se fue apenas por encima. Una vez más, Ovalle se tuvo fe desde los linderos del área y su remate quedó controlado por Nnadozie.

De Nigeria muy poco, apenas un par de tiros lejanos que fueron directos a la humanidad de Itzel González. La presencia de una vieja conocida por tierras regias, Uchenna Kanu, no inquietó a una zaga mexicana que se comportó a la altura; de igual forma, la nueva delantera de Rayadas de Monterrey, Ihezuo, tampoco encontró las chances para siquiera inquietar medianamente a González.