Si de algo debe sentirse orgulloso el gobernador Cuitláhuac García, es haber incorporado como Director de Educación Tecnológica al maestro David Hernández Santiago, uno de los escasísimos colaboradores leales del mandatario, que no llegó pensando en las siguientes elecciones, sino a dar resultados.

Y a las pruebas nos remitimos, al mantener una línea de respeto con todas y todos los directores de las 25 instituciones tecnológicas descentralizadas en la entidad.

Además, dado el alto grado de confianza con su exalumno y ahora jefe, Cuitláhuac García, Hernández Santiago ha sido un discreto pero efectivo gestor de infinidad de proyectos para la modernización de todos los procesos de enseñanza en igual número de Campus del TecNM.

Con el maestro David Hernández la educación tecnológica en Veracruz ha experimentado notables cambios y avances en el período 2018-2024.

Conocedor como pocos del tema, el funcionario ha sido el principal impulsor de la convergencia tecnológica, lo que ha permitido mejorar la calidad de la enseñanza, la formación de profesionales altamente capacitados y la adaptación a un mundo en constante evolución.

Los logros alcanzados, los desafíos enfrentados y las perspectivas futuras de la educación tecnológica en el estado de Veracruz, tienen nombre y apellido: Cuitláhuac García y David Hernández.

Nunca en la historia de Veracruz se había destinado gran inversión en la infraestructura educativa como en la actual administración.
Hoy los propios alumnos dan cuenta de aulas con avanzada  tecnología, con modernos sistemas de internet y acceso a dispositivos digitales para estudiantes y docentes.

Esta inversión ha permitido una mayor integración de la tecnología en el proceso de enseñanza-aprendizaje, facilitando la adquisición de conocimientos y habilidades en las Tic’s por parte de los ingenieros egresados y en proceso, merced a la visión de David Hernández.

Formación para Docentes

Otro de los aciertos ha ha sido la capacitación permanente a los docentes, sobre todo en el uso de tecnologías educativas. Estos programas han abordado diversos aspectos, como el uso efectivo de herramientas digitales en el aula, la implementación de metodologías activas y el fomento de habilidades de pensamiento crítico y resolución de problemas.

Para Hernández Santiago la capacitación docente ha sido fundamental para maximizar el impacto de la tecnología en la enseñanza y garantizar una educación de calidad.

La Educación a Distancia y el Aprendizaje Híbrido, otro punto a favor

La pandemia de COVID-19 aceleró la implementación de modalidades educativas a distancia en todo el mundo, y Veracruz no fue la excepción.

Fue así como en este sexenio Hernández Santiago promovió el uso de plataformas de aprendizaje en línea, videoconferencias y recursos digitales para asegurar la continuidad de la educación durante las restricciones sanitarias. Además, el aprendizaje híbrido ha ganado terreno, combinando la educación presencial con elementos digitales, lo que ha demostrado ser una alternativa flexible y efectiva para alcanzar a un mayor número de estudiantes en diversas circunstancias.

Un estudio detallado al que tuvimos acceso, nos demuestra que la educación tecnológica en Veracruz no solo se ha centrado en la adquisición de conocimientos, sino también en el desarrollo de habilidades tecnológicas. Se ha puesto énfasis en la alfabetización digital, el pensamiento computacional, la programación y el manejo de herramientas digitales relevantes para diferentes áreas profesionales.

Esta formación ha buscado preparar a los estudiantes para un mercado laboral cada vez más digitalizado y competitivo.

Uno de los retos que Veracruz enfrenta, pese a los evidentes avances en la educación tecnológica es la brecha digital, desafío en el que David Hernández ya avanza.

Normalizar la actualización permanente en función de los avances de la tecnológica forma parte del plan de acción del titular de la DET.

Al 21 de junio de 2023, con un solo teclado, es posible tener una medición real de las habilidades de todos y cada uno de los académicos, quienes han sido estimulados para cursar postgrados y doctorados, de tal suerte que hoy, el 95 por ciento del profesorado cuenta con una maestría como mínimo.

Lejos han quedado aquellos episodios bochornosos, en dónde los directores y rectores de las 25 instituciones tecnológicas, eran una caterva de ladrones y vulgares recaudadores de dinero malversado para el gobernador en turno; vicios que se arraigaron en los sexenios de Miguel Alemán, Fidel Herrera, Javier Duarte y el minigobierno de Miguel Ángel Yunes.

Más y mucho más distante quedaron las nefastas prácticas de los directores y rectores de utilizar a los miles de estudiantes como botín electoral y de proselitismo a cambio de “excelentes calificaciones”.

Por todo lo anterior, David Hernández es hoy por hoy la figura moral de mayor peso dentro del esquema de educación tecnológica en el Estado.