El representante de la comunidad San Aelredo de Saltillo, Noé Ruiz Malacara, celebró que el contenido de los nuevos libros de texto gratuitos promuevan la inclusión, la diversidad sexual e integren a la comunidad LGBTIQ+.
Esto representa avance en el reconocimiento de los derechos de este sector poblacional; sin embargo, la forma y el lenguaje que se utiliza en los ejemplares no son acertados, afirmó luego de una revisión al material que se pretende introducir en educación básica.
“El verdadero problema no es que se hable de la diversidad sexual, sino que se habla de una forma explícita y con maquetas que no serían comprendidas por los alumnos de ese grado escolar”, opinó Ruiz Malacara, quien también se ha desempeñado como docente.
“Este planteamiento que se está proponiendo podría introducirse en sexto grado, pero si hay que decir que el lenguaje deja mucho que desear”, manifestó el activista.
Malacara recordó que en la reforma a la Ley de Educación de 1988, cuando se introdujo en la maquetación de los libros el cuerpo humano femenino y masculino, además de los aparatos reproductores, también se presentó una polémica pues los padres de familia no estuvieron de acuerdo.
“El planteamiento es bueno porque se está buscando promover temas como la inclusión, el trabajo en comunidad, pero creemos que no es la forma de exponerlo pues en la expresión lingüística es donde fallan. Aquí en México ya es común que los niños y niñas vean a dos papás, dos mamás, es algo que ya no es un tabú, sin embargo, es importante buscar la manera de hablar de eso promoviendo el respeto”, consideró Ruiz Malacara.
Otra de las reacciones a la polémica de los libros de texto, es la que expone Jaime Reynoso, presidente de la Alianza Evangélica de Saltillo, organización que ha rechazado abiertamente la distribución de los libros de texto.