Durante la madrugada, entre la negritud de la noche, con la luna a lo alto, se escuchan los gritos desgarradores de una mujer: “¡¡Ay, mis hijos!!”. Vestida de blanco y con un velo que cubre su rostro, esta misteriosa figura ha perturbado el sueño de los habitantes de la Ciudad de México, despertando el miedo y la intriga en las últimas noches.
El fenómeno ha dejado a muchos medio dormidos, levantándose de sus camas para investigar la fuente de los lamentos. Según las antiguas leyendas que se remontan al siglo XVI, los vecinos de la Ciudad de México afirmaban que esta mujer había tomado la trágica decisión de ahogar a sus propios hijos en un río, lo que explicaría sus prolongados y dolorosos gritos nocturnos.
La historia de la mujer vestida de blanco y su lamento se ha transmitido de generación en generación en la capital mexicana, convirtiéndose en una leyenda arraigada en la cultura popular. A lo largo de los años, se han registrado múltiples avistamientos de esta figura en diferentes puntos de la ciudad, especialmente en zonas cercanas a cuerpos de agua, lo que ha contribuido a la persistencia de la creencia en su espíritu atormentado.
Mientras algunos atribuyen estos lamentos a una manifestación paranormal o a una entidad sobrenatural, otros optan por una perspectiva más escéptica, sugiriendo que los gritos podrían tener una explicación más terrenal, como el resultado de efectos sonoros, fenómenos acústicos, o simplemente una serie de bromas de mal gusto.
Sea cual sea la causa de estos aterradores lamentos en plena madrugada, la mujer vestida de blanco continúa siendo un enigma que intriga y atemoriza a los habitantes de la Ciudad de México, manteniendo viva una leyenda que ha perdurado a lo largo de los siglos. Los misterios de la noche, la luna a lo alto y los lamentos de esta figura enigmática son parte integral de la historia y el folclore de esta vibrante metrópolis.