Más allá de la reducción de emisiones y la adaptación a sus efectos, abordar el cambio climático demanda una perspectiva integral. Es esencial que los gobiernos implementen medidas transversales que prioricen la equidad y la justicia social. La ausencia de estas ha sido un impulsor fundamental de la crisis climática.
La búsqueda de soluciones debe incluir un enfoque que atienda desigualdades y fomente la inclusión, asegurando que las comunidades más vulnerables no soporten desproporcionadamente el peso de las consecuencias ambientales. Esta estrategia no solo enfrentará el cambio climático, sino que también trabajará hacia un futuro más justo y equitativo para todos.