Hace cuatro años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba oficialmente al COVID-19 como una pandemia. En una conferencia de prensa, el director general de la OMS, Tedros Ghebreyesus, subrayaba la naturaleza global del problema y la necesidad de que todos los países colaboraran para combatir el virus.

En ese momento, el mundo estaba experimentando un rápido aumento de casos de COVID-19, y la declaración de pandemia fue un llamado de alerta sobre la gravedad de la situación y la necesidad de una acción coordinada a nivel mundial. A lo largo de estos cuatro años, se han realizado avances significativos en la lucha contra la pandemia, pero también se han enfrentado desafíos continuos en la gestión de la enfermedad y la distribución equitativa de vacunas.