La reciente noticia de que Eva Longoria y Ryan Reynolds se han convertido en inversionistas en el equipo de fútbol Rayos de Necaxa ha generado un debate sobre el papel de las celebridades en el mundo del deporte y la inversión. Además del dúo de estrellas, el jugador alemán Mesut Özil también ha incursionado como inversionista en el mismo equipo. Este fenómeno ha llevado a los aficionados a plantear la posibilidad de que otras figuras prominentes, como Salma Hayek, se unan a la tendencia para revivir al desaparecido equipo de los Tiburones Rojos de Veracruz.

En las redes sociales, ha surgido un movimiento en el que los usuarios solicitan a Salma Hayek que considere invertir en el equipo de Veracruz, en un esfuerzo por rescatar el fútbol en el puerto. Sin embargo, la situación es complicada, ya que el equipo se encuentra actualmente embargado y enfrenta una deuda considerable debido a malos manejos financieros anteriores.

La participación de celebridades como inversionistas en equipos deportivos es un fenómeno que está ganando popularidad, demostrando que las personas con poder adquisitivo pueden poner su dinero a trabajar en proyectos que les interesen y ver resultados tangibles. En el caso de Longoria, Reynolds y Özil, su inversión en el Rayos de Necaxa es producto de colocar capital en una empresa que evalúa dónde invertir para obtener beneficios.

Aunque la historia del Tiburón Rojo de Veracruz aún no ha cambiado en términos comerciales, y su futuro sigue siendo incierto, la atención que ha generado la inversión de celebridades en equipos deportivos sugiere que hay un interés creciente en revitalizar el fútbol mexicano y en buscar nuevas formas de financiamiento y gestión para los equipos en dificultades.