El papa Francisco realizó una visita a la parroquia de Santa Bernadette Soubirous en Roma, donde se reunió con 80 niños y chicos como parte de los eventos de la ‘Escuela de Oración’. Durante la reunión, el pontífice respondió a preguntas sobre vocación, amistad y creencias espirituales.

En un momento destacado, Francisco abordó la cuestión de la fe al dirigirse a un niño que confesó no creer en Dios, enfatizando que “Nadie debe ser condenado si no cree”. El papa también subrayó la importancia de buscar orientación espiritual y de cultivar amistades para no perderse en los desafíos de la vida.

Además, Francisco instó a los jóvenes a moverse “por ideales” y expresó su preocupación por la disminución de la tasa de natalidad en Italia. Finalmente, hizo hincapié en la necesidad de que la Iglesia se despoje de la mundanalidad para mantener su credibilidad. La visita del papa Francisco a la parroquia romana resalta su compromiso con la orientación espiritual y la tolerancia en la comunidad católica.