
Tras el cierre temporal de las válvulas de la presa “Los Colibríes” en Quimixtlán, Puebla, el pasado mes de mayo, se han dado importantes avances para garantizar el abastecimiento y la calidad del agua en la región. Autoridades de la Comisión de Agua y Saneamiento (CMAS) de Xalapa y el gobierno de Veracruz han acordado medidas cruciales, incluyendo la presentación de un proyecto integral, este es el resultado de las negociaciones que exitosamente encabeza el alcalde y futuro secretario de gobierno, Ricardo Ahued Bardahuil.
Uno de los puntos destacados es la implementación del drenaje sanitario y la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales en Chilchotla. Estas acciones tienen como objetivo principal reducir la contaminación que afecta tanto a la presa como al Río Huitzilapan, fuente vital que abastece el 60% del agua consumida en Xalapa.
El proyecto contempla el bombeo de mil litros por segundo desde la presa, seguido de un tratamiento en siete tanques de 330 metros cúbicos de capacidad, y la conducción por gravedad mediante 62 válvulas de expulsión de aire.
En una reciente minuta de acuerdo, se estableció un recorrido para evaluar el impacto de aguas negras provenientes de Chinchilla, situación que afecta directamente a Quimixtlán. Además, se iniciaron gestiones para adquirir terrenos estratégicos y se preparan denuncias ante la Comisión Nacional del Agua por la extracción ilegal de agua de la presa Huitzilapan.
Los compromisos no se limitan al ámbito hídrico. Los habitantes de Nexquexcan solicitaron apoyo para enfrentar futuros incendios forestales, así como la ampliación de las líneas de conducción provenientes de la presa, medida que está siendo evaluada junto a autoridades estatales y federales.
Este conjunto de acciones refleja un esfuerzo coordinado para proteger el recurso hídrico y mejorar las condiciones ambientales en la región, demostrando un compromiso firme hacia la sostenibilidad y el bienestar comunitario.