La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, defendió este lunes la reforma al Poder Judicial impulsada por su gobierno, tras las inquietudes expresadas por la relatora especial de la ONU para la independencia de jueces y abogados, Margaret Satterthwaite. Durante su conferencia matutina, Sheinbaum rechazó las acusaciones de que la reforma busca debilitar la autonomía del Poder Judicial.

“Queremos fortalecer al Poder Judicial, es falso quien dice que queremos minimizarlo. ¿Qué más fuerte puede ser un Poder Judicial que si los jueces, ministros de la Suprema Corte y magistrados son electos por el pueblo?”, declaró Sheinbaum en respuesta a las críticas que surgieron desde la comunidad internacional.

La presidenta electa también cuestionó el papel del Poder Judicial durante el último sexenio, señalando que varias reformas impulsadas por el oficialismo en el Poder Legislativo, como la reforma eléctrica y la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), fueron anuladas por la Suprema Corte.

Sheinbaum aseguró que la reforma judicial propuesta no amenaza la independencia del Poder Judicial, sino que la refuerza. Según explicó, a diferencia de lo que ocurría en gobiernos anteriores, en los cuales el Ejecutivo tenía influencia directa sobre la designación de jueces, la reforma permitirá que “el pueblo” sea quien elija a los jueces, garantizando así una mayor autonomía e independencia.

“Parece que se les olvidó el periodo neoliberal donde la Corte era un apéndice del Ejecutivo”, comentó Sheinbaum, refiriéndose a la influencia que tuvieron presidentes previos sobre la Suprema Corte.

Sheinbaum describió el momento actual como un “periodo de transición en la vida pública de México”, afirmando que esta transformación es positiva para el país. Además, desestimó las preocupaciones internacionales, insinuando que algunos críticos no están adecuadamente informados sobre la reforma. “Es importante que lean la propuesta”, añadió.

Estas declaraciones se producen menos de un mes después de que Satterthwaite enviara una carta al presidente López Obrador alertando que la reforma, al proponer la elección popular de los jueces, podría “socavar la independencia de la judicatura”. Este lunes, Satterthwaite reiteró su preocupación y pidió a las autoridades mexicanas que reconsideraran la propuesta.

Por su parte, el presidente López Obrador también rechazó las críticas internacionales, particularmente aquellas que sugieren que la reforma podría tener un impacto económico negativo en el país. “No hay riesgo económico”, afirmó López Obrador, atribuyendo la oposición a la reforma a adversarios políticos que, según él, no desean que el pueblo tenga el poder de decidir.

La reforma judicial continúa siendo un tema central en el debate político nacional, mientras avanza hacia una votación en la Comisión de Puntos Constitucionales del Congreso.