Israel . – Andrés Roemer, exembajador de México ante la Unesco, tendrá que responder ante la justicia mexicana. La Corte Suprema de Israel determinó que existen las condiciones necesarias para autorizar su extradición, desestimando el argumento del exdiplomático sobre un supuesto riesgo de juicio injusto en México. La resolución cierra una larga batalla legal que comenzó tras las primeras denuncias en su contra en 2021.

Sin asilo ni excepciones: “Está sujeto a la ley como cualquier otro criminal”
Roemer alegó ante las autoridades israelíes que debía ser protegido por su condición de judío y solicitó asilo político, lo cual fue rotundamente negado. El juez Yosef Elron fue claro: “Está sujeto a la ley igual que cualquier otro criminal que se esconde en Israel para evitar ser procesado”.

Su estrategia legal también incluyó acusaciones de que las denuncias eran falsas y que no tendría acceso a un juicio justo en México. Ninguno de estos argumentos convenció al tribunal. La decisión fue unánime.

Más de 60 denuncias documentadas y una ficha roja de Interpol
El caso contra Roemer tomó fuerza a partir de febrero de 2021, cuando comenzaron a salir a la luz testimonios de mujeres que denunciaron haber sido víctimas de abuso sexual por parte del académico y escritor. Según los reportes, el modus operandi consistía en convocarlas bajo pretextos laborales para agredirlas y luego ofrecerles dinero.

La organización Periodistas Unidas Mexicanas (PUM) documentó más de 60 señalamientos. Ante la gravedad de las acusaciones, Interpol emitió una ficha roja en su contra en 2022.

Fue detenido en octubre de 2023 en Israel, tras una petición formal de extradición presentada por la Fiscalía del país.

Del prestigio cultural al descrédito internacional
Durante años, Roemer cultivó una imagen pública como promotor de la cultura y el pensamiento. Además de su papel como embajador ante la Unesco, participó en foros internacionales y fue figura en medios de comunicación.

En 2016 fue removido de su cargo diplomático por desacatar la postura del gobierno mexicano en una votación sobre Jerusalén en la Unesco. Hoy, su trayectoria está marcada por la caída pública y por la presión internacional que exige justicia.

La decisión judicial de Israel marca un punto de no retorno: Andrés Roemer será entregado a las autoridades mexicanas y deberá enfrentar los procesos judiciales derivados de las acusaciones en su contra.