La racha de dos años y 19 días del León, 31 partidos, sin caer en casa, se perdió en manos del Guadalajara que ha salido de su crisis de una forma contundente y poderosa.

Triunfo de 1-3 del Rebaño sobre el campeón, con autoridad, que fortalece la posición de Víctor Vucetich en el equipo, tanto con jugadores como con su directiva y con quien le estuviera “moviendo el piso”.

Las Chivas al fin ganaron en el torneo, no lo hacían desde los cuartos de final del torneo pasado ante el América, y por esto llegaron a cinco unidades, dejando la parte baja de la tabla, donde se queda León, con cuatro, pero con un partido pendiente.

Como buen y viejo Lobo de mar, Víctor Manuel Vucetich se dio cuenta que era hora de regresar al librito, a las bases.

Primero, sentó a los que lo decepcionaron, a los que les faltaba hambre, puso a los que gritaban por la oportunidad. Segundo, puso a trabajar al equipo en el aspecto defensivo, dejando el protagonismo para mejor ocasión. Bien acomodado atrás y jugando rápido al contragolpe.

Y en el primer tiempo le dio resultado. Primer contragolpe: inició por la derecha, se armó por la izquierda y la concluyó Jesús Sánchez con un tremendo disparo que venció a Alfonso Blanco (23’). Segundo contragolpe: JJ Macías bajó el balón como bailarina, se quitó al defensa pero no pudo con el portero. Tercer contragolpe: Lo inició Macías, lo pudo definió Antuna, pero el mismo JJ con gran clase guardo el balón en las redes (45+1).

¿León lo intentó? Sí, pero con poca claridad. Hay que decir que la consigna de Chivas era agarrar de tiro al blanco al Chapo Montes, que se la pasó tirado en el césped por constantes faltas. Aún así, los Esmeraldas generaron, y hasta anotaron gol, que fue anulado por mano de Mosquera.

El juego se abrió, tanto que las Chivas hasta se tiraron más al frente, Macías le hizo de abastecedor y le puso dos en puerta a Angulo que las falló.