No obstante, el mandatario dejó en el aire la posibilidad de que algunas zonas tendrán otro diseño distinto

Washington, EU.- Donald Trump enfatizó este lunes que la idea de construir un muro de concreto en la frontera nunca fue abandonada, tal como afirmó el domingo John Kelly, saliente jefe de gabinete estadounidense, aunque explicó que, por motivos de seguridad, habrá zonas con un modelo diferente.

Por ahora, el Congreso no ha aprobado los fondos para la prometida obra, desacuerdo que obligó a cerrar parcialmente el gobierno por la falta de presupuesto. Sin embargo, continúa la discusión sobre la forma que tendría el eventual muro.

“Un muro de concreto NUNCA FUE ABANDONADO, como reportó la prensa”, remarcó el mandatario en su Twitter. No obstante, aclaró que los expertos en seguridad fronteriza recomiendan que en algunas áreas de mayor tránsito se pueda ver a través de la frontera, por lo que se sugiere un cerco o reja. “Tiene sentido para mí”, añadió Trump.

Su mensaje llegó luego de las declaraciones de Kelly, quien abandonará su puesto este martes.

Para ser honesto, no es un muro. El presidente todavía le llama ‘muro’. En algún momento dirá más francamente ‘barrera’ o ‘cerco’; ahora se inclina por los barrotes de acero”, expresó en una entrevista a Los Angeles Times. “Ya abandonamos la idea de un muro de concreto sólido hace tiempo en esta administración, cuando preguntamos a las personas qué necesitaban y dónde lo necesitaban”, explicó Kelly, ex secretario de Seguridad Nacional.

En las últimas semanas, Trump ya ha cambiado su retórica sobre la propuesta, comenzando a alternar entre los términos “muro” y “cerca”, e hizo referencia a un diseño de barras de acero, al que llamó “hermoso”.

Trump, además, insistió este lunes en la necesidad de cumplir con su promesa electoral. “Nuestra frontera sur ha sido una ‘herida abierta’, donde drogas, criminales (incluyendo traficantes de personas) e ilegales entran a nuestro país”, aseguró, exigiendo a la oposición a que “arregle” la situación.

La bancada demócrata se ha negado a aprobar los 5 mil millones de dólares que exige la Casa Blanca para la construcción. En su lugar, propuso un presupuesto de mil 300 millones de dólares que refuerza la seguridad, pero la idea fue rechazada por el mandatario. El desacuerdo obligó a cerrar parcialmente el gobierno desde el 22 de diciembre.