Nueva York. La Casa Blanca calificó de ilegítimo e inconstitucional el proceso de impeachment en contra del presidente Donald Trump después de ordenar a un embajador no presentarse ante una audiencia, señalando con que no cooperará más con la cámara baja, bajo control de los demócratas.
El gobierno de Trump bloqueó a último momento la comparecencia del embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea, Gordon Sondland, quien estaba programado para testificar ante la indagación del proceso de impeachment de la cámara baja.
Trump justificó la decisión afirmando que el embajador estaría testificando ante lo que calificó como una “kangaroo court”, o sea, un tribunal parcial e ilegítimo.
Poco después, la Casa Blanca envió una carta a líderes demócratas acusando que la investigación está violando los derechos del presidente y anunció que no cooperará más con el proceso tal y como está constituido por ahora. Además, sostuvo que el proceso solo tiene el propósito partidario de “anular los resultados de la eleccion de 2016” -un argumento que se empleó efectivamente durante la investigación del mundo de Trump del fiscal especial Robert Mueller.
La carta, firmada por el abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, hoy declaró que la indagación es “partidaria e inconstitucional”.
Los legisladores demócratas que habían convocado a Sondland respondieron que ahora girarán órdenes -ya no una solicitud- para que se presente éste y se supone otros testigos, y acusando a la Casa Blanca de obstrucción; algunos advirtieron que eso en sí puede ser un delito que amerita el impeachment. “El presidente está obstruyendo al Congreso a tener acceso a los hechos. Eso es un abuso de poder actuar así”, declaró la presidenta de la cámara baja y la demócrata más poderosa en Washington, Nancy Pelosi.