CDMX.- Las perspectivas de crecimiento no son nada halagüeñas para este año por el estancamiento económico, y con el coronavirus, aún se puede complicar el panorama.

Por lo anterior, el Banco de México (Banxico) revisará a la baja su pronóstico de crecimiento y realizará un alza moderada para las expectativas inflacionarias, adelantó el gobernador del instituto central, Alejandro Díaz de León.

En entrevista, con motivo del anuncio de política monetaria, dijo que el brote viral cobró la primera víctima con la caída de los petroprecios, por la menor demanda de energéticos en China.

Del impacto que puede tener la emergencia epidemiológica sobre la inflación y la economía, consideró que si bien  es muy pronto para hacer una estimación, las primeras que se han hecho para el Producto Interno Bruto (PIB) chino pueden ser desde algunas décimas hasta puntos porcentuales, dependiendo de la magnitud y duración.

Dos mensajes

A unos días de que el Banxico publique su Informe Trimestral de la Inflación,  Díaz de León explicó los principales puntos del comunicado que emitió el banco central tras la primera reunión de política monetaria de 2020.

Dijo que tiene dos mensajes: uno gravita sobre el pronóstico de crecimiento para este año, y el otro sobre el comportamiento de la inflación. “En un par de semanas estaremos actualizando nuestro pronóstico para este año y el siguiente; prevemos que vamos a revisar a la baja el intervalo de crecimiento de la economía para 2020”, anticipó.

El Banxico no tiene una meta puntual para el PIB, pero el gobernador central subrayó que están previendo que se va a crecer menos de lo que se pensaba.

El más reciente informe trimestral del instituto, presentado en noviembre pasado, tiene una previsión de crecimiento económico de entre 0.8% y hasta 1.8% para este año.

A la revisión del PIB también se anticipa un ajuste moderado para la inflación, debido al rebote que han presentado los precios agropecuarios y por la resistencia a disminuir el componente subyacente, debido al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a cigarrillos y bebidas azucaradas.

Díaz de León refirió que la información oportuna muestra que se ha mantenido la debilidad y el estancamiento de la actividad económica, “esto en un entorno más complejo porque hay un poquito de mayor debilidad  de lo que se preveía, y tenemos una revisión en los pronósticos de la inflación”.

Balance incierto

El gobernador central matizó que sumando el balance externo y una actividad económica más débil, y pese a la buena noticia de la reducción de las tensiones comerciales,  el coronavirus es un factor de riesgo.

Explicó que ya hubo un  impacto con una tendencia de menores precios energéticos y la baja demanda de China de combustibles.

Para el Banxico, es muy temprano para identificar algunos efectos directos, pero el más inmediato es la disminución de los petroprecios. “La menor demanda de combustible de China, que es uno de los principales importadores de estos productos, ya ha tenido un efecto en los precios”, aseguró.

La otra afectación se puede dar sobre la economía global y en las cadenas de valor en la industria manufacturera, al precisar que algunas armadoras tienen producción en China, no necesariamente en la provincia afectada por el brote viral, pero están en zonas cercanas, con suspensión de actividades.

“Ese entorno puede dar lugar a afectaciones por el lado de la producción y la demanda. Es prematuro dar una estimación. Algunas que han salido al respecto son muy específicas al crecimiento de la economía china y son muy variadas, y afectan desde unas cuantas décimas para el crecimiento del año y otras en puntos porcentuales”.

Hay que esperar a ver si realmente se sostiene o  se profundiza esta situación, recomendó.

En sintonía

Con ese balance, dijo que  la Junta de Gobierno del Banxico consideró de manera unánime que era conveniente reducir la tasa de referencia en 25 puntos base. No adelanta escenarios para las próximas acciones porque está sujeto a riesgos y volatilidad.

Sin embargo,  refrendó el compromiso del banco  de evaluar la evolución de los precios al consumidor para preservar el poder adquisitivo. Aseguró que el balance de riesgos para la inflación es incierto.