El volumen Olmecas, cuya editora es la investigadora María Teresa Uriarte, viene a actualizar uno escrito por el arqueólogo Román Piña Chan (1920-2001), que hace 30 años abrió el Corpus Precolombino de la editorial Jaca Books en Milán, Italia.

En la presentación de Olmecas, coedición de Jaca Books y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizada en la 41 Feria Internacional del Libro Palacio de Minería, Uriarte, miembro del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Máxima Casa de Estudios, dio los pormenores del volumen que ofrece una visión contemporánea de “esta cultura que ha sido llamada con todas las líneas sanguíneas: madre, abuela, partera, en fin, el árbol genealógico completo”.

Es un hecho que de pronto en la costa del Golfo, “tenemos una sociedad compleja, que produce monumentos extraordinarios, digo monumentos sin importar el tamaño, porque las mascaritas de arroyo pesquero pueden tener la majestuosidad y maestría de un altar o de una cabeza colosal”.

Uriarte acababa de apoyar a Jaca Books con un libro sobre arquitectura precolombina, así cuando le propusieron Olmecas, aceptó. Integrado por nueve ensayos de connotados investigadores, la especialista dijo que al primero que se le ocurrió invitar fue a Anatole Pohorilenko, alumno, igual que ella, de Beatriz de la Fuente. Su texto se titula Marcos bucales como altares figurativos olmecas.

En medio de la preparación del tomo, Jaca Books pasó por una crisis “muy seria”, por el advenimiento del libro electrónico, al grado que ya no querían imprimir libros. Uriarte acotó, “en el proyecto de la pintura prehispánica mural en México hacemos ya libros electrónicos, sin embargo el libro de arte es más disfrutable en papel. Bueno, me apareció un ángel por allí con la posibilidad de comprar los 500 ejemplares y ya con eso teníamos dinero para imprimir los otros 500”.

Respecto a las “primicias” de Olmecas, Uriarte se refirió a las lenguas de los olmecas y su sistema de escritura, texto de Albert Davletshin y Erik Velázquez García. Éste último explicó que no todas las culturas desarrollaron sistemas de escritura, sólo unas cuantas. Los olmecas fueron de los pocos de la invención de la escritura en el mundo. La escritura es una tecnología visual, gráfica, para registrar la lengua hablada, pero bien poquitas veces fue inventado desde cero. La mayoría de los estudiosos opinan que en Sumeria se inventó.

“En Mesoamérica vemos que es claramente una de las regiones del mundo en donde hubo escrituras. El problema siempre ha sido quién la inventó. ¿Cuál fue la sociedad que inventó la escritura? Lo que planteamos en el libro es que hay datos, aunque poquitos, para pensar que los olmecas son los culpables”, señaló el también miembro del IIE.

El investigador Tomás Pérez dijo que Olmecas es un libro que rinde una documentada, propositiva y novedosa fuente de información sobre diversos aspectos de esta central cultura mesamericana. Hizo una breve reseña de los textos incluidos.

Con información de La Jornada.