José Raúl Domínguez/FirmasMX

Acérrimos enemigos en su momento, hoy el PRI y el PAN se unen llevando a su satélite el PRD en una lucha legal contra la reforma electoral en Veracruz, aduciendo poca certeza y ventajas para Morena en todos los aspectos y ahora que muerden el polvo, forman un frente común y los tres, cuál Magdalenas “lloronas”, recurren al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a tratar de echar abajo las modificaciones a la referida legislación, cuyo mérito esencial es el de reducir a un 50 por ciento las prerrogativas a todos los partidos políticos.

Ayer, los dirigentes estatales del PAN, Joaquín Guzmán Avilés (cacique de Tantoyuca), del PRI, Marlon Ramírez (Peón de Miguel Ángel Yunes Linares) y del PRD, Jesús Alberto Velázquez (carga maletas de Rogelio Franco), presentaron una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación en contra de la Reforma Electoral en Veracruz.

En tanto Guzmán Avilés menospreció las modificaciones en cuestión, alegando que no eran necesarias porque restarán certeza al proceso electoral del 2021, el cuestionado dirigente priista Marlon Ramírez expuso que Morena impulsó una reforma a modo, al haber suprimido la revocación de mandato.

A la vez Velázquez Flores, dijo que perversamente Morena en el Congreso Local aprobó la desaparición de los consejos municipales del OPLE, pero no presentó argumentos firmes para demostrar en qué afectará el proceso electoral del próximo año.

Curioso, que ninguno de estos tres políticos de pacotilla no hayan tocado ayer en su conferencia de prensa con sus “a modo”, el tema de la reducción de prerrogativas, que es en realidad el fondo de esta disputa.

Como ya se informó en su momento, la Reforma Electoral en Veracruz generará a las finanzas públicas del estado, un ahorro de más de dos mil millones de pesos entre los comicios de junio de 2021 y 2024. Este en realidad es el meollo del asunto, solo que Guzmán, Ramírez y Velázquez le quieren hacer al Tío Lolo.