Ixhuatlán del Sureste, Ver. Otea el horizonte, en un uno de los restaurantes de Paso Nuevo que han dado renombre por su rica gastronomía al lugar y Natalia Morales Romay, responde sin titubeos: Quiero y voy a ser presidenta municipal para hacer de este rincón veracruzano el polo agroindustrial, turístico y comercial del sur del Estado.

Habla con firmeza del proyecto que encabeza y no tiene resquicio de duda acerca de su candidatura por el naciente partido “Podemos”, homónimo del español, que en el último proceso electoral en la península ibérica ha causado verdadero revuelo.

En su calidad de precandidata, precedida de una titánica labor social a través de su asociación civil, Morales Romay dice no concebir la causa del rezago social en esta tierra cuando geográficamente se ubica en el corazón del corredor industrial Coatzacoalcos-Minatitlán.

“Llegó la hora de Ixhuatlán, llegó el momento de sentar las bases del desarrollo, el mío no será un gobierno que se vaya a medir por metro cuadrado de pavimento, sino por el número de familias felices que nuestro gobierno hará con sus acciones”, expone.

“En mis recorridos veo el ánimo de mi gente, me hacen sugerencias y en la siguiente reunión ya tenemos proyecto, como por ejemplo el corredor turístico Paso Nuevo-El Zapotal, con la propuesta de constituir sociedades cooperativas y así bajar recursos federales”, relata ilusionada.

Ixhuatlán del Sureste, desde su óptica, tiene todo el potencial para convertirse en la capital del ecoturismo regional “y tengo la seguridad que desde la presidencia municipal haremos que florezca la esperanza de nuestra gente”.

Hasta el momento -revela- es ella, la única aspirante que, sin ánimo de presumir, posee una radiografía completa acerca de las necesidades de la ciudadanía.

“Con orgullo puedo decir que el buscar ser la presidenta municipal no es una ocurrencia, es un proyecto de miles de ixhuatlanecos que consideran que es el tiempo de una mujer y es el momento de poner fin a obras insustanciales”, puntualiza.

Ilustra que a diferencia de otros que son producto de la calentura electoral, “en mi caso antes de pensar en votos, he sido la única mujer que ha recorrido palmo a palmo el municipio, generando acciones de tipo social en tiempos tan difíciles como los de ahora.

¿La expectativa de Ixhuatlán del Sureste frente a los megaproyectos del corredor Interoceánico?

-Muchísimas. Creo que mi municipio tiene todo. Autopista, vías ferroviarias, vaya, hasta potencial para un puerto alterno. Solo es cuestión de generar proyectos de Gran Visión. Sin olvidar nuestras raíces ancestrales, tenemos que hacer que Ixhuatlán del Sureste evolucione y convertirnos en un gobierno facilitador de la inversión pública y privada.

“Anhelamos oportunidades laborales para reducir los índices de inseguridad. Un empleo genera estabilidad, derrama económica, tenemos que hacer que el dinero circule en la tiendita de la esquina, no tiene sentido seguir enriqueciendo a las grandes cadenas comerciales”, ilustra la experta en temas financieros.

“Ixhuatlán del Sureste siempre ha tenido todo para ser el Tigre de la región, por así llamarlo en crecimiento industrial, lamentablemente le ha hecho falta liderazgo, y contra ese hartazgo son miles los que aspiramos a un cambio”, resalta.

Ya para concluir ¿Se siente usted con las agallas para ser la primera alcaldesa de Ixhuatlán del Sureste?

Sonríe, entrelaza sus dedos, mira de frente al reportero y responde:

“Claro que PODEMOS, querer es poder y yo quiero lo mejor para mi amado pueblo, ahora sí, no pregunten si puedo, sino porque puedo vengo”, parafrasea.

¿Y que hacer para que la -fiebre amarilla- ya no siga lacerando la dignidad de los ixhuatlanecos?

Suelta sonora carcajada y prorrumpe:

“Unirnos, marchar juntos, aquí por fortuna somos más los buenos…claro que PODEMOS”.