En una emotiva ceremonia, la tarde-noche de hoy la alcaldesa Esmeralda Mora Zamudio encendió el “Altar de Muertos” o también conocido como “Altar de Vida”. Este significativo evento tuvo lugar en la planta baja del Palacio Municipal, marcando el inicio de las festividades dedicadas a recordar y honrar a los fieles difuntos, una de las tradiciones más arraigadas y relevantes para los mexicanos.

Con la finalidad de rendir tributo a aquellos que han partido, el Altar de Muertos se erige como un espacio sagrado donde convergen elementos simbólicos que representan el viaje de las almas y la conexión entre el mundo terrenal y el espiritual.

Flores de cempasúchil, veladoras, fotografías, alimentos y objetos personales de los seres queridos perdidos se colocan con cuidado sobre el altar, creando un mosaico de colores y aromas que envuelve a los presentes en un ambiente de respeto y nostalgia. En este, se observó la imagen del ex presidente Lázaro Cárdenas, personaje con el que el pueblo nanchiteco se identifica por haber sido el precursor de la nacionalización del petróleo.

La ceremonia contó con la participación de autoridades municipales, líderes comunitarios y ciudadanos, quienes se unieron para recordar a sus seres queridos y fortalecer los lazos que la tradición del Día de los Muertos fomenta en la sociedad mexicana. El Altar de Muertos se erige como un recordatorio de la importancia de preservar las raíces culturales y valorar la memoria de quienes nos precedieron.