El pleitazo -que obliga a los cafetomanos a expresar que ahora si se topó piedra con coyol- llevó a Huerta a exhortar a la FGR que a abrir la “carpeta azul”, relativa a la corrupción del exgobernador panista. Yunes por su parte acusó al virtual candidato a Senador de haber impulsado una iniciativa para el consumo libre de fentanilo, además de ser, dijo, un violador. 

En lo que podría considerarse un capítulo digno de una novela de enredos, el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y el virtual candidato de Morena al Senado, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, protagonizaron un agarrón mediático que dejó a más de uno boquiabierto.

La batalla verbal inició cuando Yunes Linares decidió reaparecer en una entrevista radial para responder a las acusaciones lanzadas por Huerta, calificando las afirmaciones como “injurias”. El político panista señaló que usualmente no responde a “babosadas”, pero que Huerta estaba buscando un enfrentamiento para ganar votos.

Las declaraciones subieron de tono rápidamente cuando Yunes Linares acusó a Huerta de ser un “drogadicto y violador que ha cobrado por 25 años en la Universidad Veracruzana”. Además, afirmó tener documentos que respaldan la iniciativa de Huerta como diputado federal en 2018, la cual, según Yunes, promovía el consumo de drogas, como el fentanilo y la producción libre de amapola.

Ante tales señalamientos, Yunes descartó cualquier posibilidad de un debate público con Huerta y aclaró que no será candidato al Senado por la alianza PRI-PAN-PRD, como se había rumorado en algunos medios.

La chispa se encendió aún más cuando Yunes Linares reaccionó a las declaraciones de Huerta sobre su familia, acusándolos de buscar cargos públicos para obtener fuero.

“Son muy perversos”, sentenció Huerta, quien mencionó las palabras del presidente López Obrador al referirse a Yunes Linares como uno de los cinco políticos más malignos del país.

Calificó las palabras de Yunes Linares como “infamias” y negó rotundamente las acusaciones en su contra. Aclaró que en 2018 no fue diputado por Veracruz y sugirió que Yunes podría estar confundido con un homónimo suyo, producto de la tómbola,, que tenía la costumbre de dormirse en su curul y también pertenecía a Morena.

Además, Huerta desmintió consumir drogas y desafió a someterse a un antidoping. También rechazó haber trabajado en la Universidad Veracruzana y señaló que las acusaciones en su contra son una estrategia para desviar la atención de los verdaderos problemas que causó a Veracruz este político corrupto.

La polémica alcanzó su punto máximo cuando Huerta defendió su postura contra la violencia hacia las mujeres y la pederastia, insistiendo en que las acusaciones en su contra eran falsas y orquestadas por Yunes Linares.

En cambio al exgobernador panista, ha sido objeto, hasta de un libro escrito por la periodista Lydia Cacho y laureado en las ferias más importantes del mundo ¿Se acordará Yunes Linares de los Demonios del Edén?, preguntó Huerta en tono sarcástico.

Con Veracruz como testigo, la confrontación entre Yunes “viejo” y Manuel Huerta parece estar lejos de encontrar una tregua.

Mientras tanto, la “Carpeta Azul” en la Fiscalía General de la República se convierte en el próximo campo de batalla en este enrevesado conflicto político.

¿Terminará Yunes Linares en un “tour sin boleto de retorno” hacia El Altiplano? Solo el tiempo lo dirá. Y como remate, Huerta lanzó una frase cargada de sarcasmo: “No te enojes, Miguel”. La comedia política en Veracruz sigue dando de qué hablar.