Un sistema solar que ha conservado su configuración desde su formación es algo muy poco común en el universo. Sin embargo, esto es precisamente lo que ha sucedido con la estrella HD110067, ubicada a más de cien años luz de distancia y orbitada por seis planetas. Un equipo liderado por el astrofísico español Rafael Luque, de la Universidad de Chicago, ha revelado los secretos de este sistema en un estudio publicado en la revista Nature.

Lo que hace a este sistema tan peculiar es que todos sus planetas están en resonancia, es decir, siguen un patrón preciso a medida que orbitan alrededor de la estrella. Normalmente, este tipo de resonancia se pierde debido a procesos caóticos que ocurren en los primeros millones de años de formación del sistema. Sin embargo, en el caso de HD110067, los planetas han mantenido su resonancia desde su inicio, hace aproximadamente mil millones de años.

Además, los seis planetas transitan por delante de su estrella desde la perspectiva de la Tierra, lo cual es poco común. Esto, junto con el brillo de la estrella, convierte a este sistema en un laboratorio ideal para el estudio de la formación y evolución planetaria.

Los científicos esperan que este sistema solar les permita reconstruir la historia de su formación, incluyendo el disco de polvo y gas a partir del cual se crearon los planetas. El equipo de investigación ha utilizado observaciones de varios telescopios y satélites, incluyendo el satélite CHEOPS de la Agencia Espacial Europea y el telescopio espacial Tess de la NASA.

Aunque los planetas en este sistema no se encuentran en la zona habitable, no se descarta la posibilidad de que haya agua. Se espera que el telescopio espacial James Webb proporcione más información sobre las atmósferas de estos planetas en el futuro.

En resumen, este sistema solar excepcional ofrece una visión única de la formación y evolución planetaria. Su conservación de resonancia y la posibilidad de observar las atmósferas de los planetas hacen de este sistema un laboratorio invaluable para la investigación científica. Se espera que en los próximos años se obtenga un conocimiento mucho más profundo de este tipo de planetas gracias a este descubrimiento.