El emblemático ajolote, el fascinante anfibio que ha sido durante mucho tiempo una parte integral de la zona lacustre de Ciudad de México, específicamente en Xochimilco, enfrenta una amenaza inminente de extinción. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha lanzado esta semana una iniciativa innovadora, “Adoptaxolotl”, en un esfuerzo desesperado por movilizar a la sociedad y salvar a esta especie única.

La campaña, respaldada por ecologistas y expertos en conservación, busca generar conciencia sobre la crítica situación del ajolote, cuyas poblaciones se ven diezmadas por la contaminación del agua en la región. Con un llamado a la adopción, los defensores del medio ambiente buscan involucrar activamente a la sociedad en la preservación de esta especie, cuyo nombre ‘axolotl’ proviene de la grafía náhuatl que significa ‘monstruo del agua’.

La adopción virtual, con un costo de 30 dólares, ofrece a los participantes actualizaciones en tiempo real sobre la salud de su ajolote adoptado, junto con un certificado de adopción. Aquellos con presupuestos más ajustados también pueden contribuir con 10 dólares, lo que les permite “invitar a cenar” a estos singulares anfibios con una ración de gusanos de fango.

Para aquellos dispuestos a realizar contribuciones más significativas, existe la opción de financiar “la casa de un ajolote” por un año. Esta iniciativa implica respaldar las chinampas, antiguas balsas de tierra prehispánicas rodeadas de canales, que no solo sirven como lugares para el cultivo de hortalizas y flores, sino también como refugios cruciales para la supervivencia del ajolote.

La campaña “Adoptaxolotl” representa un llamado urgente a la acción para preservar la rica biodiversidad de Xochimilco y garantizar la supervivencia de esta especie icónica. La participación de la sociedad se presenta como la clave para revertir el peligro inminente que enfrenta el ajolote y restaurar el equilibrio en este frágil ecosistema acuático.