Un estudio reciente de la Universidad Brigham Young, en Utah, ha revelado que hombres y mujeres perciben de manera diferente la seguridad en áreas mal iluminadas. Según la investigación, los hombres suelen enfocar su mirada hacia donde se dirigen, mientras que las mujeres tienden a estar más alertas a su entorno. El estudio, dirigido por el profesor de salud pública Robbie Chaney, con la colaboración de Ida Tovar y Alyssa Baer, presentó a los participantes 16 fotografías de áreas en los campus de cuatro universidades.

Casi 600 personas, el 56 % de las cuales eran mujeres, participaron en la investigación. Se les pidió a los participantes que imaginaran que estaban caminando por esas áreas y que marcaran los puntos que más les llamaban la atención utilizando una herramienta digital. Los hombres tendieron a enfocar su mirada en objetos fijos, como luces, senderos o contenedores de basura. Por otro lado, el patrón visual de las mujeres representó un escaneo del perímetro, incluyendo arbustos o áreas oscuras cerca del sendero.

“La distribución de puntos en la pantalla representa, quizá, lo que las personas piensan o sienten o hacen cuando cruzan por esos sitios”, comentó Chaney. Las conclusiones del estudio proporcionan una idea de cómo se siente la mujer al caminar a casa, una percepción que se multiplica en años de experiencias a lo largo de la vida.

Los autores del estudio sugieren que, dado que hombres y mujeres perciben el entorno de manera diferente, los responsables de la planificación y construcción de edificios universitarios y espacios comunitarios deberían tener en cuenta estas diferencias y considerar la seguridad. “¿Por qué no podemos vivir en un mundo en el cual las mujeres no tengan que pensar acerca de esto?”, cuestionó Chaney, destacando la necesidad de trabajar por un mundo en el cual no haya diferencias en la percepción de seguridad en estas imágenes.