Luis Miguel ofreció un espectáculo memorable en su segunda noche en el Estadio Banorte, en Monterrey, donde el astro musical deslumbró a una multitud de más de 10,000 asistentes con un concierto lleno de emoción y sorpresas.
El ambiente se cargó de expectación desde el inicio de la jornada, cuando una camioneta con un destacado convoy de seguridad transportó al cantante hacia el estadio, generando una oleada de gritos y admiración entre los fanáticos que esperaban ansiosos su llegada.
A poco antes de las 21:00 horas, el Estadio Banorte se sumergió en la oscuridad, iluminado solo por las luces de los brazaletes y los celulares de los asistentes. El espectáculo arrancó con una proyección que mostró un collage de la trayectoria de Luis Miguel, seguido por una enérgica interpretación de “Será que no me amas”, acompañado por su banda de más de 13 músicos. La actuación capturó la esencia del “Sol”, encendiendo la energía del público y estableciendo el tono para el resto de la noche.
El show continuó con una serie de éxitos clásicos que incluyeron “Amor, Amor, Amor”, evocando recuerdos de la telenovela *El Manantial*, y “Suave”, que hizo que el público se moviera al ritmo de jazz y funk. Luis Miguel, vestido con un elegante saco negro y camisa blanca, mostró su característico estilo y pasos de baile, cautivando a los presentes.
A medida que la noche avanzaba, la atmósfera se cargó de romance con baladas como “Culpable o No” y “Somos Novios”, mientras una ligera llovizna comenzó a caer sobre el estadio. A pesar del clima, los fanáticos permanecieron en sus lugares, disfrutando de las interpretaciones emotivas que marcaron la velada.
Luis Miguel no se detuvo ante la lluvia, y su regreso al escenario fue recibido con entusiasmo bajo un aguacero que no hizo más que aumentar la intensidad del show. La presentación incluyó un tributo a Michael Jackson con una versión en español e inglés de “Smile”, así como un homenaje a Frank Sinatra con “Fly Away With Me”, destacando la versatilidad del cantante.
El clímax de la noche llegó con la presentación de su mariachi, que interpretó desde canciones populares mexicanas hasta éxitos del propio Luis Miguel, culminando con una explosión de serpentinas en los colores de la bandera mexicana.
El concierto concluyó con una serie de temas icónicos como “La Incondicional”, “Oro de Ley” y un medley que incluyó “Ahora te puedes marchar” y “La chica del bikini azul”. La voz de Luis Miguel, impecable y potente, dejó a los espectadores extasiados.
A medida que el espectáculo llegaba a su fin, una multitud ovacionó al cantante mientras su caravana se dirigía fuera del estadio, en busca de capturar un último vistazo del artista en medio de la euforia.
El domingo marcará la última fecha de Luis Miguel en Monterrey, pero su “Tour 2024” continuará en Saltillo el próximo 19 de septiembre, prometiendo seguir emocionando a sus seguidores en la región lagunera con un espectáculo igualmente espectacular.