Ecuador enfrenta el mayor incendio forestal en los últimos 10 años, con más de 4,800 hectáreas de bosques, matorrales y cultivos consumidos por las llamas. El incendio, que comenzó hace diez días en la zona rural de Quilanga, en la provincia de Loja, fue provocado por una quema agrícola descontrolada.

El fuego ha destruido viviendas y cultivos, afectando a 60 familias locales. Entre ellas, la familia de Carmen Salinas, una agricultora que perdió su hogar, sus animales y 10 hectáreas de café. “Perdimos 10 hectáreas de café, dos cobertizos con cerca de 6,000 pollos”, comentó Salinas, quien enfrenta una deuda de 60,000 dólares con el banco.

En respuesta, Perú y Colombia han enviado ayuda para combatir el incendio. Colombia envió una aeronave de la Fuerza Aérea con equipo especializado, incluyendo sistemas de descarga de agua desde el aire y un tanque con capacidad para 10,000 galones. Cinco oficiales colombianos, expertos en nuevos sistemas de extinción, también viajaron a Ecuador. Perú, por su parte, ya había contribuido con personal, dos aeronaves y dos helicópteros.

Las autoridades ecuatorianas continúan luchando contra el fuego en medio de altas temperaturas y fuertes vientos, con la esperanza de controlar el desastre en los próximos días.