“Lo que quiero hacer con él, cuando hablemos entre nosotros, es determinar el tipo de líneas rojas” que se debe respetar, dijo el líder demócrata este miércoles en una conferencia de prensa en Washington.
“La doctrina sobre Taiwán no ha cambiado en absoluto”, repitió Biden, evitando reformular declaraciones anteriores que habían irritado a Pekín, según las cuales las fuerzas armadas estadounidenses defenderían a Taiwán si la isla fuera atacada.
Xi ganó un tercer mandato en el Congreso del Partido Comunista Chino el mes pasado, consolidando su estatus como el líder chino más poderoso desde Mao Tse-Ttung.
Ese factor generó preocupación en Taiwán y en Washington de que China redoble sus esfuerzos para anexionar la isla.
Biden insiste con frecuencia en su larga relación con el líder chino, que comenzó cuando era vicepresidente de Barack Obama.
La última conversación entre ambos líderes remonta a finales de julio. Desde entonces, la tensión entre Washington y Pekín ha aumentado.