José Raúl Domínguez

En el organigrama de la Secretaría de Gobierno del Ayuntamiento de Coatzacoalcos, figura la dirección de atención ciudadana, fue creada en el primer periodo de Marcelo Montiel con la finalidad de facilitar los servicios a la población.

En este espacio han figurado funcionarios intachables, pero también han pululado algunos hijos del demonio: desde corruptos que amasaron grandes fortunas con el devenir del tiempo en Sedesol, hasta fumadores empedernidos, que les valía un comido la ley antitabaco. Atendían a la ciudadanía con la oficina humeante.

Actualmente esta importante área está en manos de personas sin vocación de servicio, pero si con un modito que sacaría de quicio a las almas más tolerantes del mundo. En esta área atiende por instrucciones de Noé García Jofre  titular de la Secretaría de Gobierno, una funcionaria que amén de su pésimo carácter, carece del más mínimo sentido común para resolver los problemas que se le presentan.

Recientemente ocurrió un desaguisado.

Esta es la historia.

En la semana que está por concluir, acudió a esa oficina una señora que por respeto a su honor, nos reservamos su identidad.

En compañía de su hija, la atribulada dama solicitó la agilización del permiso de inhumación y de defunción, pues su madre estaba tendida en Mundo Nuevo.

De esta tramitología generalmente se encargan las funerarias cuando los deudos son adinerados, más cuando la pobreza se “encariña” esos zopilotes ni voltean.

Nos cuentan nuestras fuentes que luego de una azarosa espera, fueron atendidas por una tipa malhumorada –hija de influyente directora y fallida candidata a regidora- y valiéndole un rábano el dolor de la humilde señora, espetó: “Aquí no valen las recomendadas, ni las influyentes”.

Mientras por un lado el Ayuntamiento proyecta una imagen servicial, en los hechos, funcionarios improvisados se empeñan en enturbiar el esfuerzo del alcalde Víctor Carranza, por proyectar un gobierno con servicial y rostro humano.

Habría que citar que la afligida mujer no acudió a la oficina de atención ciudadana por una ocurrencia. Lo hizo a sugerencia de un coordinador de Morena en Mundo Nuevo, en virtud del trabajo que ambas damas desplegaron en favor del actual presidente municipal, Víctor Carranza.

En medio de sollozos, la desconsolada ciudadana  respondió que en ningún momento se dijo “influyente” y la insensible servidora pública –que por cierto en esa oficina ya nadie la soporta- insistió: Aquí todo es parejo, así que para que te dispensemos y agilicemos estos trámites vamos elaborarte un estudio socioeconómico, si quieres, sino que te vaya bien”.

Y empieza el cuestionario de 30 preguntas: ¿Tienes casa de material? ¿Eres propietaria o posesionaria? ¿El techo es: loza o lámina? ¿Eres empleada o desempleada? ¿Tu casa tiene acabados? ¿Posees automóvil propio? ¿Vives en un fraccionamiento? Y veintitantos etcéteras más.

Refiere nuestra fuente que la dama –invadida por el dolor que le causó la muerte de su madre- pasó de la tristeza a la rabia, dirigiendo su furiosa mirada hacia su hija: “Te dije que no quería venir al puto ayuntamiento a causar lástima. Te dije que aquí son una puta y maldita mierda, pero tú, de pendeja y terca confiando en esta maldita gente.

Su consanguínea –hasta cierto punto sensata- mordiéndose el labio inferior, entrecerraba los ojos, hasta que no pudo más: Si madre, sé que no es el lugar ni la hora, pero confiamos en Morena y lo hice por ti.

Acto seguido se dirige a la inclemente empleada-funcionaria, recomendada del actual Secretario de Gobierno y con el rostro humedecido por las lágrimas, prorrumpe:

“Entienda señorita, mi madre está muerta, tendida en la sala de mi casa  ¿Cree que tengo ánimos para responder sus pinches preguntas?”

“Pues aquí las cosas así funcionan. Aquí la cosa es derecha”, respondía secamente la funcionaria, quien al mismo tiempo lanzaba indirectas a las secretarias, que de acuerdo al testimonio obtenido, eran ellas las que trataban de reconvenirla, sugiriéndole que se pusiera en lugar de la señora, presa del dolor, la pesadumbre y el vacío, por el fallecimiento de su madre.

Inflexible la dama de figura enjuta, piel blanca, pero con avanzado estado de preñez, las atajó: Ustedes no son nadie para meterse en mi trabajo. Yo sé lo que hago y cómo lo hago. No se metan.

Finalmente la dama –vecina de Mundo Nuevo- con gran afinidad en las estructuras de Morena, hubo se recurrir a otras instancias para realizar el trámite que en la mugre dirección de atención ciudadana le complicaron, por un maldito estudio socioeconómico, que, en momentos de dolor, lo único que podrían hacer los funcionarios es enrollarlo y…

Ojalá, el alcalde Víctor Carranza Rosaldo con ese “sexto” sentido que presume en las reuniones de evaluación, ponga en su lugar a los nefastos funcionarios de la Secretaría de Gobierno, que por bisoños, inoperantes, insensibles, cuadrados e inefables, están aplicando “agua hirviendo” a la casi fermentada  raíz de la esperanza.

Es urgente que en esa dependencia entiendan que su jugoso salario proviene de los impuestos y por lo tanto el patrón es el pueblo.