A pregunta expresa, el 18 por ciento de los encuestados, a nivel nacional, manifestó que sí le interesaría comprar un cachito para la rifa del avión presidencial, mientras que 82 por ciento dijo que no tiene interés en ello. La misma proporción, 18 por ciento, afirmó que le gustaría mucho ganarse el avión presidencial en la rifa. En contraste, al 72 por ciento no le gustaría ganárselo.
Según el sondeo, el 19 por ciento opina que, para un ciudadano común, ganarse el avión le traería beneficios, pero el 77 por ciento cree que llevarse el premio acarrearía más problemas que beneficios.
Cuestionados sobre si el Presidente debería utilizar el avión presidencial en vez de trasladarse por medio de vuelos comerciales, el 58 por ciento es de la opinión de que el Presidente sí debería utilizar el avión presidencial, algo que López Obrador ha insistido en que no hará. En contraste, el 39 por ciento opina que es mejor que el Presidente no utilice la aeronave, que se adquirió a finales de la administración del presidente Felipe Calderón.
Según la encuesta, las opiniones están divididas en relación a si el hecho de que hasta ahora no se haya podido vender el avión presidencial ha sido un fracaso del gobierno o no. El 49 por ciento opina que sí es un fracaso, mientras que el 48 por ciento considera que no es un fracaso.
Finalmente, al preguntarles cuál creen que es la principal razón por la que no se ha vendido el avión, el 37 por ciento afirmó que el gobierno no lo ha sabido vender, el 32 por ciento considera que está muy caro, el 17 por ciento cree que es muy poco útil, y el 6 por ciento manifestó la creencia de que el avión está maldito. Unas opciones. Tras anunciar el regreso a México del avión presidencial, el Presidente dijo que las opciones eran ofrecerlo a empresarios, subastarlo o rentarlo.
Otra opción. El viernes, López Obrador habló de la posibilidad de rifarlo a través de la Lotería Nacional.
Metodología: Encuesta nacional realizada por vía telefónica a 401 mexicanos adultos el 18 y 19 de enero. Se hizo un muestreo probabilístico de teléfonos residenciales y celulares en las 32 entidades federativas. Con un nivel de confianza de 95%, el margen de error de las estimaciones es de +/-4.9 por ciento.